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La consigna del Gobierno, por ahora, es realizar acuerdos en Diputados con los bloques de centroizquierda y aliados para sostener la prórroga por un año de las facultades delegadas al Poder Ejecutivo y mantener las retenciones a las exportaciones agrarias, y a la vez encuadrar su eventual discusión en el debate del Presupuesto 2010.

Fuentes oficiales consultadas por Página/12 no descartaron, de todos modos, explorar algunas variantes que flexibilicen esa postura con el objetivo de alcanzar mayores consensos, siempre ad referéndum de Cristina Fernández de Kirchner.

Los que sostienen la conveniencia de abrir el juego de las negociaciones a sectores “más razonables” de la oposición acuerdan con los diputados que postulan que ya hay que empezar a trabajar pensando en la conformación que tendrán en el Congreso a partir del próximo 10 de diciembre.

Hasta ahora el kirchnerismo sólo mantiene negociaciones para consensuar la agenda legislativa inmediata con los socialistas de Encuentro Popular, el bloque de Solidaridad e Igualdad (SI), los diputados de ARI de Tierra del Fuego, del Movimiento Popular Neuquino, del bloque de la Concertación y con Claudio Lozano, de Proyecto Sur.

No hay diputado oficialista que no confíe en lograr la aprobación de la prórroga de facultades delegadas, del Presupuesto y lo que mediáticamente se denomina como “superpoderes”. Pero, como dijo un diputado, “vamos a llegar con la lengua afuera”.

Se trata de un legislador que se ubica dentro del grupo de kirchneristas que quieren rebasar la frontera de consenso con el centroizquierda y explorar acuerdos con sectores del radicalismo e incluso de algunos peronistas que se aliaron con Francisco De Narváez en las últimas elecciones. Es que ven que algunos de ellos tomaron distancia de los dirigentes agropecuarios.

De todo eso se habló en las mesas del asado que compartieron el martes pasado con el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. De allí el funcionario se llevó elogios que, en algunos casos, parecieron tener el objetivo paralelo de castigar por contraste –o explícitamente, como expuso el diputado Dante Dovena– a sus antecesores Alberto Fernández y Sergio Massa. También recibió las posturas de mayor expansión en la búsqueda de acuerdos.

Uno de ellos sintetizó la idea de varios: “La Presidenta es la que marca el rumbo y nosotros trabajamos en esa línea, pero también tenemos el deber de darle alternativas. Por supuesto, siempre la decisión final va a ser de ella”.