“Cuando estaban en el gremialismo, nos criticaban por lo que hacíamos y lo que dejábamos de hacer. En ese momento, sus reclamos parecían meros titulares vacíos de contenido. Bueno, se acabó el tiempo de los titulares, ahora hay que ordenar los temas de trabajo.” Con esta frase, el diputado del FpV Alejandro Rossi sintetizó la actual situación de la Comisión de Agricultura en la Cámara de Diputados, que ayer se reunió por segunda vez en el año. El titular de la comisión, Ricardo Buryaile (UCR y ex vicepresidente de CRA), afirmó que el principal problema del sector agropecuario que debe ser analizado en el Parlamento es el de la comercialización. Por eso, en el orden del día figuraban varios proyectos para avanzar en una modificación integral de la Oncca y la eliminación de las “restricciones comerciales”. Sin embargo, sólo se avanzó en tomar la decisión de que todos los proyectos sean analizados por los asesores de los legisladores para luego volver a la comisión con un detalle más acabado de cada iniciativa. Los productores llamados autoconvocados que estuvieron presentes criticaron la falta de precisiones por parte del titular de la comisión.

La realidad parlamentaria es diferente a la dinámica del conflicto agropecuario que se vivió, en diversos momentos, sobre las rutas. También las internas que se daban (y siguen ocurriendo) dentro de la Mesa de Enlace difieren de las internas dentro de cada partido político. “Antes hablaban como representantes de un sector (los ruralistas), ahora tienen que ajustarse a los códigos de la política”, reflexionó ante Página/12 una alta fuente del FpV.

Esta descripción tiene que ver con el clima que se vivió ayer en la Comisión de Agricultura. Frente a las especulaciones de que los diputados de la oposición arrancarían el año con un fuerte embate hacia la política agropecuaria del Gobierno, ambos sectores acordaron estudiar cada una de las iniciativas presentadas para unificar criterios para un posterior tratamiento.

Si bien Buryaile arrancó el encuentro recalcando que lo primordial era avanzar sobre “los problemas en la comercialización”, haciendo hincapié de manera elíptica a las modificaciones en la Oncca, el oficialismo se encargó de remarcarle al legislador formoseño que la agenda de trabajo no podía imponerse con facilidad.

“Le recuerdo que esta reunión puede hacerse gracias a que le dimos quórum. Ustedes son once mientras que nosotros, trece (en realidad, la oposición tiene la mayoría, pero ayer tuvo varios ausentes). Así que me parece que habría que empezar a trabajar con los asesores para que estudien los diferentes temas y mientras tanto nosotros podemos invitar a los funcionarios del Ministerio de Agricultura”, afirmó la mendocina Patricia Fadel, secretaria parlamentaria del FpV.

“Más urgente que hablar de la Oncca es pensar una ley para que los productores trigueros, ya sean pequeños y medianos puedan obtener el precio pleno. Incluso no sería descabellado pensar nuevamente en un sistema de compensaciones para los pequeños productores”, indicó Lisandro Viale (PS). Estas fueron las palabras que querían escuchar los autoconvocados que estuvieron en la reunión.

Las pocas definiciones dentro de la comisión tienen que ver con la actual realidad política. La oposición en su conjunto está abocada al tema de las reservas, al igual que el oficialismo. El tema agropecuario pasó a un segundo plano. Y dentro de cada bloque no hay un criterio unificado de cómo avanzar en los temas del campo.

Forte, que pertenece a la Federación Agraria, quiere tratar la creación de una Junta Nacional de Granos y de Carne, mientras que Pablo Orsolini, también de FAA, presentaría una nueva ley de arrendamiento. Por su parte, Buryaile apuesta principalmente al desmantelamiento de la Oncca. “Más allá de las diferentes posturas, la mayoría recalcó la necesidad de que el Estado intervenga en la economía. No sé si eso será aceptado por la Sociedad Rural”, señaló a este diario Carlos “Cuto” Moreno (FpV).