Miércoles, 10 de marzo de 2010 | Hoy
ECONOMíA › YPF ACUSA A LA COMPETENCIA DE NO OCUPARSE DE ABASTECER EL MERCADO INTERNO
YPF informó que decidió importar nafta súper por el equivalente a un mes de consumo debido a que el resto de las petroleras trabajan por debajo de la capacidad de sus refinerías. El fuerte aumento de la demanda presiona sobre el mercado. Alza de precios.
Por Cledis Candelaresi
Las petroleras hicieron ayer su descargo sobre la escasez coyuntural de naftas, que obligó a YPF a importar 50 millones de litros de súper para atender una demanda creciente. La firma liderada por la familia Eskenazi explicó esa determinación comercial en la necesidad de “compensar” el déficit que ocasiona la decisión de la competencia de limitar su producción “desabasteciendo al mercado”. La réplica de Esso, Shell y Petrobras negando tal imputación fue casi tan rápida como la aclaración de Pan American Energy de que, en su condición de productora, está proveyendo al mercado doméstico todo lo que le demandan, deslindando así responsabilidades. La puja empresaria se da en un contexto de precios que desde el 2007 subieron más de un 40 por ciento.
La nafta que YPF se dispone a traer desde el Golfo de México representa el 10 por ciento del consumo de un mes en el mercado local, y se supone a pérdida, porque el precio internacional se ubica por arriba del interno. La empresa niega que la operación atienda un pedido del Gobierno para garantizar el abastecimiento y explican el eventual quebranto en el afán de “atender bien a sus clientes”, que a juzgar por la buena performance de ventas, cada vez son más: los despachos aumentaron un 12,5 por ciento el año pasado en relación con el anterior y en enero saltaron un 6,5 por ciento, sólo superada por el 11,8 de Esso y lejos de la caída del 6,6 de Petrobras.
“Toda la competencia vuelca menos combustible al mercado menos YPF”, señaló ayer la firma, que agregó que la diferencia con sus competidores se encuentra en el nivel de producción. Mientras que la empresa trabaja 0,6 por ciento por encima de su posibilidad de refinación, el resto estaría por debajo, con capacidades ociosas del 13,2 por ciento en el caso de Esso, del 15,4 por ciento Shell y del 24,7 por ciento Petrobras. Estas petroleras niegan esa situación. “Estamos trabajando al máximo de nuestra capacidad y en lo que va de marzo vendimos un 20 por ciento más de naftas y un 4 por ciento más de gasoil que el año anterior”, aclaró Tomás Hess, de Esso, minimizando la escasez de naftas de estos días, que para el ejecutivo se debe a que “la velocidad de la demanda superó la posibilidad logística de atenderla”.
Shell también se pronunció y, después de poner en duda la información de YPF invocando estadísticas oficiales de producción y expendio, detalló que “en el primer bimestre vendió un 8,3 por ciento más de naftas y un 16,6 más de gasoil” que en el mismo lapso del 2009. Respecto de la producción, aseguró que “nuestra compañía operó y continúa haciéndolo a la máxima carga que le permite la oferta de petróleo crudo local disponible, especialmente en su variedad Cuenca Neuquina”.
Aquí apareció una primera alusión a la provisión de petróleo como causa del faltante que se registró en algunas estaciones de la Capital. Al igual que Esso, la firma angloholandesa tiene que comprar su insumo a un precio que da lugar a negociaciones permanentes entre las petroleras integradas y sus proveedoras, que ya pasó de 42 dólares a 45 el barril.
Petrobras, de paulatino retroceso en el mercado de combustible, aseguró que sus refinerías “están operando con normalidad” y no sólo procesan “la totalidad” de su crudo, sino que compran más en el mercado, “a los efectos de mantener abastecida su red de comercialización”.
Destacando su condición de principal productora no integrada, Pan American Energy difundió un comunicado asegurando que “Argentina tiene garantizado el autoabastecimiento” y negó que la escasez de combustible tenga relación con una presunta limitación de crudo, aunque su producción y reservas van en retroceso. Según destacó la firma de los Bulgheroni, con creciente presencia en el down stream, ni siquiera es factible exportar crudo, ya que las normas oficiales obligan a las empresas a atender prioritariamente la necesidad domésticas.
La demanda de naftas creció un 60 por ciento en los últimos cinco años, con un desplazamiento hacia las de mayor octanaje, y las proyecciones privadas indican que el consumo seguirá hacia arriba, indiferente a las subas permanentes de precio. Mientras haya demanda que lo convalide, las petroleras apuntan a que la súper llegue a costar un dólar el litro, como en el 2001, meta para la que aún restaría ajustar un 20 por ciento.
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