El equipo económico continúa trabajando a contrarreloj para definir la oferta formal que presentará a los bonistas con deuda en default. El menú de títulos públicos que componen la propuesta del canje ya está definido. No obstante, resta ajustar aún cómo se instrumentarán las cantidades para cumplir con el requisito formal de obtener una quita mayor al 67 por ciento que reconoció Economía y que depende en buena medida del valor presente que tengan los bonos al momento del canje. La volatilidad del mercado fue la que obligó a los técnicos que asesoran al ministro de Economía, Amado Boudou, a afinar de último momento la propuesta, en particular la que recibirán los tenedores minoritarios. La variable sobre la que se pivoteará para alcanzar el precio final del paquete será el cupón atado a la marcha de la economía (PIB) y el reconocimiento de los pagos por este instrumento desde su creación o sólo el último que se abonó, en 2008.

El ministro Boudou anunció esta semana, tal como anticipó Página/12, que la fecha para el lanzamiento de la propuesta será el 14 de abril. La confirmación apuntaló aún más el raid alcista en que se habían embarcado los títulos públicos. Precisamente, entre los que más se vieron beneficiados por la ola de ventas es el Cupón PBI, con ganancias diarias de hasta 7 por ciento. Esa alza en los bonos repercute, además, en el valor del paquete que presentará Economía en esa fecha. Es por eso que se estudia reconfigurar parte de la ingeniería de la oferta. “Hasta último momento estamos negociando y buscando la mejor oferta para el país y también para los bonistas que pueda lanzarse”, dijo a este diario una alta fuente de la Secretaría de Finanzas.

Por el momento existe una estructura dura para la oferta que se conserva y sobre la cual se ajustarán las cantidades. Todavía se espera el visto bueno a las propuestas económicas presentadas en los organismos reguladores del mercado de Estados Unidos, Italia, Japón y Luxemburgo, que se presume comenzarán a llegar esta semana. A estos organismos ya se les presentó la oferta con dos tramos diferenciados:

- Institucionales. Se trata principalmente de bancos, que atesoran actualmente unos 10 mil millones de dólares en bonos defaulteados. Estos confirmaron, a través del grupo de bancos que hizo la presentación inicial –Barclays, Citi y Deutsche–, su total adhesión al canje. Para éstos casi no hubo retoques de la propuesta original. En este caso, recibirán bonos Descuento, en dólares, pesos o euros, según los títulos que tengan. También recibirán como incentivo cupones de PIB. Sobre estos últimos resta saber si representarán los pagos realizados desde 2005 o sólo los del 2008 (el último que se realizó). Por los intereses caídos desde 2005 a la fecha recibirán Globales con vencimiento en 2017. Además, deberán suscribir mil millones de dólares, como condición para la operación, por los que recibirán también Global 2017. De todos modos, en Finanzas señalan que la condición para aceptar tomar esos mil millones dependerá de la tasa de interés que convalide el mercado. Deberá ser menor a 9,5 por ciento, según manifestaron en esa cartera. El valor surge de un cálculo entre lo que rinde actualmente el Bonar X y el Bonar XV ajustado por lo que sería emitir esos bonos bajo legislación extranjera.

- Minoristas. La propuesta para esos inversores individuales contempla, adicionalmente a las condiciones anteriores, la posibilidad de recibir por todos los intereses impagos desde 2005 un bono que contenga una duración de sólo tres años (contra siete para los grandes). Recibirán por ello un Global 2013. Los minoristas podrán además suscribir bonos Par (sin quita y con vencimiento en 2038). Además no tendrán que suscribir el bono adicional por el cual el Estado recaudará los mil millones de dólares que aseguraron los bancos que comprometieron su participación. También recibirán Cupón PBI. El grueso de los bonistas se encuentra en Italia. Los plazos de suscripción también serán distintos. Los grandes fondos de inversión estarán incluidos en el primer tramo, que tendrá una extensión de quince días, mientras que para los minoristas la oferta se mantendrá un mes.