En el primer trimestre del año el desempleo fue del 8,3 por ciento. La fotografía del mercado de trabajo difundida ayer por el Indec es muy similar a la registrada en el mismo período de 2008 y 2009. Aunque el comportamiento del lapso enero-marzo está cargado de efectos estacionales, los datos evidencian la fortaleza relativa de la dinámica laboral durante la crisis y marcan un quiebre con respecto al peor momento de la desaceleración en el nivel de actividad. En ese proceso, la tasa de desocupación había alcanzado el 9,1 por ciento. A su vez, los resultados de la Encuesta Permanente de Hogares continúan reflejando el menor dinamismo en materia de empleo desde 2007.

Durante los primeros tres meses del año, para los 31 aglomerados urbanos relevados, la tasa de actividad fue del 46 por ciento y la tasa de empleo, 42,2 por ciento. Esos valores son semejantes a los observados a lo largo de los últimos dos años. En tanto, entre el primer trimestre de 2009, cuando se registró la mayor variación negativa sobre el mercado laboral, y el mismo período de este año, el desempleo cedió de 8,4 a 8,3 por ciento. La variación representa una diferencia estadísticamente insignificante. La subocupación, quienes están empleados menos de 35 horas semanales, se mantuvo alrededor del 9 por ciento.

Los datos evidencian que la crisis no afectó significativamente la dinámica laboral. “Antes, durante y en este punto de mejora relativa, sólo se observan cambios marginales en la situación del empleo”, apuntaron desde el Ministerio de Trabajo. En esa dependencia estiman que en los últimos dos trimestres se recuperó la mitad de los puestos de trabajo formales destruidos durante el año pasado.

Por su parte, la investigadora del Cifra Mariana González remarcó que, a pesar del proceso de recuperación económica, la dinámica laboral exhibe un menor dinamismo que en otros momentos de crecimiento de la posconvertibilidad. “El fuerte crecimiento económico todavía no se refleja en la recuperación del mercado de trabajo”, sostuvo González.

En el Ministerio de Trabajo realizaron una comparación internacional entre 39 países de Europa, América latina y Asia. De ese análisis se desprende que entre el primer trimestre de 2008 –cuando comenzaban a observarse los primeros efectos de la crisis en el mundo– y el mismo período en 2010, el desempleo aumentó en el 90 por ciento de los casos. Uno de los casos más extremos es el de España, donde el paro pasó del 9 al 20 por ciento. Sólo tres países mejoraron la situación, Alemania, Brasil y Uruguay, mientras que en Argentina el escenario se mantuvo sin variaciones.

El economista Daniel Kostzer advirtió que “los datos del primer trimestre no son concluyentes ya que suelen reflejar factores estacionales”. De todas formas el especialista resaltó que “se puede observar un quiebre en la tendencia de destrucción de empleo. Hay que esperar al segundo trimestre para ver cómo se conjuga el empleo con el crecimiento económico”.

La foto en materia laboral se mantuvo con algunos matices como el empeoramiento en las condiciones de trabajo y la fuerte presencia del Estado para preservar los niveles de empleo directamente a través de herramientas como el Repro o, indirectamente con medidas paraarancelarias. A pesar de que el desempleo a nivel nacional no varió, el organismo estadístico registró un aumento en 18 de las 32 ciudades relevadas. Los aumentos más significativos se observaron en la zona pampeana. En Concordia el desempleo pasó del 7,5 a 10,6 por ciento, en Río Cuarto y Gran La Plata la desocupación subió más de dos puntos porcentuales. Por su parte, Salta es el aglomerado con mayor nivel de desocupación del país con 11,1 por ciento. Gran Rosario quedó en segundo lugar con 10,8. En tanto, en los partidos del conurbano, el desempleo se mantuvo en el orden del 8,8 por ciento. Las provincias del Noroeste y Noreste, que exhiben los niveles de tasa de actividad y empleo más bajos del país, reflejaron leves mejoras en materia de desocupación.