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“En estas cosas gastamos el dinero los gobiernos nacionales y populares”, afirmó ayer Cristina Fernández de Kirchner al inaugurar el quinto tramo de la autopista que unirá Córdoba y Rosario. Fue poco antes de hacer lo mismo con la usina de ciclo combinado de Pilar en la provincia mediterránea. Este emprendimiento, también financiado con recursos del Estado nacional, fue eje en las últimas horas de una polémica por supuestos sobrecostos. El ministro de Planificación, Julio De Vido, y el titular de la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC), operadora de esa central, defendieron el proyecto y destacaron la transparencia de los procedimientos usados para concretarlo.

La Central Térmica de Ciclo Combinado de Pilar generará energía suficiente como para abastecer íntegramente la demanda de la capital de la provincia. La obra civil estuvo a cargo de Electroingeniería y el costo total habría ascendido a 560 millones de pesos, con un préstamo de la Anses.

Según explicó el director del Estado en Endesa Costanera y responsable de EPEC hasta 2007, Simón Dasenich, ese monto representa una diferencia con respecto al presupuesto inicial de la obra, que ascendía a 360 millones de pesos. Pero eso se explica porque, originalmente, se pensó sólo en repotenciar la vieja usina, algo que luego la empresa provincial descartó por inconveniente, optando por construir una central totalmente nueva, que en una primera etapa coexistirá con la vieja. “Estamos en tiempos políticos y Córdoba no escapa a eso. Hay partidos políticos de la oposición que tratan de defenestrar todo lo que se hace”, apuntó ese directivo en alusión a las denuncias por supuestos sobrecostos que habría formulado, entre otros, un ex empleado de EPEC.

De Vido también salió al ruedo para defender la usina, diseñada para funcionar, indistintamente, con gas y con fuel oil, explicando que esa ductilidad de la central es un atributo para adaptarse a las posibilidades de cada momento. “El gobierno central financia, pero es Córdoba la que adjudica”, se distanció el titular de Planificación, señalando a la administración de Juan Schiaretti como responsable por la obra. El ministro defendió el proceso como “absolutamente transparente”.