El ministro de Economía, Amado Boudou, informó ayer que ya se suscribieron 1000 millones de dólares en bonos Par, cuando faltan dos semanas para el cierre del canje. Estos títulos son los que se entregan a los tenedores individuales por sus papeles defolteados en el tramo minorista de esa operación. “Todavía hay muchos de esos inversores que pueden ingresar al canje”, explicó el ministro. La propuesta contemplaba la emisión de 2000 millones de dólares en bonos Par (sin quita de capital) y de ser superado ese monto se hará un prorrateo con títulos Discount (con una quita de 67 por ciento). Economía espera un ingreso de 2500 millones de dólares en esa etapa. Boudou reiteró que hoy el nivel de aceptación se encuentra en el 54 por ciento, sobre los 18.300 millones de dólares a reestructurar. Manifestó además su confianza en terminar la operación cumpliendo con el piso de adhesión que se impuso el Gobierno de 60 por ciento, aunque reconoció que la crisis financiera internacional implica “remar contra la corriente”.

“Claramente, un contexto de volatilidad y de mercados a la baja no ayuda a la inversión”, sostuvo el ministro en un breve contacto con la prensa antes de participar de una charla debate organizada por el Frente Grande. Del encuentro también participaron el viceministro, Roberto Feletti, y el director del Banco Central, Arnaldo Bocco. Consultado acerca de los avances en el proceso de canje, el titular del Palacio de Hacienda detalló que “están ingresando por día alrededor de 150 millones de dólares en promedio” de parte de bonistas individuales. Informó que anteayer se sumaron 137 millones de dólares al canje.

En su participación en el panel hizo un racconto de las medidas económicas adoptadas en los últimos años y una defensa del modelo y de las políticas llevadas adelante por la actual administración. “Este es un buen espacio para tener otra versión de las cosas, para la derrotista están Clarín y otros medios. Nosotros vamos por una visión más realista”, comenzó su exposición. Señaló que el modelo de los ’90, en realidad, se inició con Martínez de Hoz bajo la concepción de que “todo lo que venía de afuera era mejor”. “Nos quedamos sin empleos, sin sistema jubilatorio y sin empresas públicas, mientras que se esperaba que el mercado todo lo arreglara”, apuntó.

Esa lógica también convalidó el pensamiento de que todas las recetas que venían de afuera eran mejores. “Así, de pronto venía un señor del Fondo Monetario y cuando se iba ya se había perdido un nuevo derecho en la Argentina”, ejemplificó Boudou. El ministro contestó todos los cuestionamientos que desde diversos medios se hacen a la política actual. “Está la idea de que el Gobierno crispa a la gente, pero lo que hay es una discusión acerca de un modelo de país distinto. Sí, pensamos diferente de los que defienden las políticas de Martínez de Hoz”, sentenció. Sostuvo que, a pesar de que “las tapas de los diarios” insistan en señalar problemas entre Brasil y la Argentina, “nunca existió una relación tan favorable como la actual entre ambos países”. El intercambio comercial creció 30 por ciento y el conflicto se circunscribe a un 5 o 6 por ciento del total del comercio. El funcionario hizo un detalle además sobre las políticas “progresistas” que se implementaron: los derechos de las parejas homosexuales, la eliminación del sistema de AFJP y la ley de medios, entre otras.

“Cuando se habla de la ley de medios se dice que se amordaza a la prensa y nadie amordaza más que la tapa de Clarín”, aseguró. Al respecto, consideró que el “descrédito” que sufrió este medio periodístico es “mayor que el del peor de los políticos”. También se refirió a Papel Prensa, al manifestar que se trata de “una operación montada cuanto menos en un delito”. En cuanto a las discusiones salariales, dijo que los empresarios “ganaron mucho dinero” y que trabajadores pidan un aumento en el marco de las paritarias “no es ninguna locura”. “Vamos a seguir porque es mucho más lo que falta. Falta crear más empleo e inversión.”