Domingo, 11 de julio de 2010 | Hoy
ECONOMíA › EXPECTATIVAS OFICIALES DE MANTENER EL INGRESO, EN EL SEGUNDO SEMESTRE, COMO MOTOR DEL CRECIMIENTO ECONOMICO
Las actualizaciones que en este semestre recibirán el salario mínimo, las jubilaciones y las asignaciones familiares, incluida la AUH, serán clave para garantizar el sendero de crecimiento con inclusión social, afirman en el Gobierno.
En fuentes oficiales se evalúa que las modificaciones que se aplicarán durante este segundo semestre del año en las jubilaciones y en el salario mínimo permitirán mantener el impulso al mercado. Además, se dispondría una actualización en las asignaciones familiares y en la universal por hijo (AUH). Esta semana, el Indec dará a conocer el dato de crecimiento de la actividad económica hasta el mes de mayo, que arrojaría una mejora, respecto del mismo mes del año pasado, superior al 11 por ciento. El sendero de crecimiento de los ingresos de la población va en línea con la estrategia del Gobierno para consolidar el modelo de inclusión social, subrayan en ámbitos oficiales. Cerrada la mayor parte de las negociaciones paritarias del año, con un aumento promedio (convalidado por el Ministerio de Trabajo) del orden del 25 por ciento, el acompañamiento que tendría esa suba con las actualizaciones anuales en términos similares que se alcanzarían en el salario mínimo (por acuerdo en el Consejo del Salario) y en las jubilaciones (por la movilidad, dos veces al año, dispuesta por ley) reforzaría aquella estrategia.
La suba del mínimo no imponible en el impuesto a las Ganancias, del 20 por ciento a partir de julio (anunciada el último jueves), que mejora o preserva el poder adquisitivo de los trabajadores calificados y empleados jerárquicos, debe ser interpretada en ese mismo sentido. En algunos ámbitos del Gobierno se trabaja sobre una hipótesis de suba en el salario mínimo del 25 por ciento a partir de agosto. Si el porcentaje se calcula en términos anuales (sobre agosto del año pasado), el nuevo valor sería de 1750 pesos (350 pesos de aumentos sobre los 1400 vigentes a agosto de 2009). Si se resolviera dicho incremento sobre el nivel de salario mínimo actualmente vigente (1500 pesos desde enero de este año), el nuevo valor sería de 1875 pesos.
Dada la discusión planteada en el Congreso por la oposición, en torno de la aplicación de un ajuste automático de la jubilación mínima a la par del salario mínimo, y equivalente al 82 por ciento de este último valor, no resulta razonable esperar que el Gobierno despegue el valor del salario mínimo del correspondiente a la jubilación mínima. El nuevo valor de esta última surgirá del mecanismo de cálculo establecido por ley de movilidad. Tras el ajuste del 8,21 por ciento dispuesto en marzo para todas las jubilaciones (llevó el haber mínimo a 895,15 pesos), algunas estimaciones preliminares (no oficiales) calculan que en septiembre cabría esperar una suba adicional apenas superior al 11 por ciento. De ello se deduciría un aumento anual del 19,5 por ciento, aproximadamente, con una retribución mínima que superaría los mil pesos. En algunos despachos oficiales se trabaja la hipótesis de otorgar un ajuste especial o adicional que permita llevar el incremento efectivo a los jubilados por encima del 25 por ciento que recibiría el salario mínimo.
La misma hipótesis de trabajo –una suerte de propuesta a disposición de la Presidenta de la Nación– señala como medida compatible con las anteriores (actualizaciones en jubilaciones y salario mínimo), un aumento de las asignaciones familiares y en la universal por hijo en el rango del 20 al 25 por ciento en este segundo semestre. Para los sectores de más bajos ingresos, estos beneficios (o derechos, como prefieren llamarlos algunos funcionarios muy cercanos a la Presidenta, como Alicia Kirchner) suelen tener un mayor grado de incidencia en su capacidad adquisitiva que otras medidas de mayor impacto global.
La intención oficial es, como estrategia, mantener un aumento constante de los ingresos de la población a través de estos diversos instrumentos. “Tiene varias consecuencias positivas”, describió una fuente del Ejecutivo. “El incremento en el consumo interno tiene efecto directo sobre la inversión; el aumento del 15 por ciento en las inversiones registrado en el segundo trimestre demuestra que esa demanda está impulsando una mayor oferta que, dada la escasa capacidad ociosa de las empresas, se realiza aumentando la inversión. A la vez, un mercado interno fuerte les está dando cada vez más a sectores la escala necesaria para exportar. Consumo más inversión más exportaciones resultan en un fortísimo aumento del producto bruto interno.”
En el contexto de la fuerte discusión desatada por la propuesta de la oposición en el Congreso para llevar el mínimo jubilatorio al 82 por ciento móvil, el Gobierno tendrá para mostrar el resultado de la aplicación de los incrementos automáticos previsionales. Concluido el primer semestre, período sobre el cual se calcula el aumento que se producirá en septiembre próximo, fuentes de la Anses estiman que la suba podría elevarse hasta casi un 19,5 por ciento, si se corrobora un incremento del 28,6 por ciento en la recaudación de la seguridad social y el 11 por ciento de aumento de salarios.
Al igual que en los últimos años, en octubre el Ejecutivo elevará el monto de las asignaciones familiares. Aunque el porcentaje no está aún definido con exactitud, se espera que el incremento ronde el 22 por ciento. Entre 2003 y 2009 las asignaciones familiares se incrementaron un 199 por ciento. Con este nuevo aumento alcanzará una suba de aproximadamente un 240 por ciento. La cifra es similar a la suba del salario promedio, que aumentó un 238 por ciento desde 2003. El Gobierno podría implementar una suba similar al de las asignaciones familiares al monto que reciben los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo, que en este momento es de 180 pesos. Si se confirma el incremento del 22 por ciento, la asignación alcanzará los 220 pesos mensuales por hijo menor a los 18 años.
Desde la evaluación oficial, además, los aumentos de salarios en el sector privado lograron pasar la prueba de fuego de la crisis económica. “En 2010 hubo dos factores que derivaron en una mayor presión de los sindicatos. El primero fue el conocimiento de las altas tasas de rentabilidad que habían obtenido las empresas en el segundo semestre de 2009, a pesar de la crisis económica internacional. El segundo fue el salto de precios que hubo en el primer trimestre del presente año, fruto de una mayor demanda derivada de la implementación de la Asignación Universal por Hijo y del reacomodamiento de precios de algunos productos de primera necesidad, como la carne, los lácteos y las verduras”, explicó a este diario una fuente del Ministerio de Trabajo. Los aumentos promedio obtenidos en las diferentes negociaciones paritarias lograron preservar el instrumento y alcanzar un porcentaje que, en promedio, acompaña el sendero de crecimiento de ingresos necesario para la estrategia oficial.
Otro tema en estudio es el aumento del haber por seguro por desempleo, que hoy está en apenas 400 pesos. El diputado Héctor Recalde, del FpV y asesor de la CGT, presentó un proyecto para incluir a los trabajadores no registrados en el seguro de desempleo. También se analizan distintas posibilidades para incluir nuevos beneficiarios a la Asignación Universal por Hijo. En el Gobierno aseguran que todas las posibilidades están abiertas para seguir incrementando los ingresos y, así, alentando el consumo interno y la generación de empleo.
Informe: Roberto Navarro.
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