La producción de automóviles en agosto llegó a las 72.967 unidades, alcanzando un record absoluto para el mes. El crecimiento respecto del mismo período del año pasado fue del 52,6 por ciento, acumulando en lo que va del año un alza de 50,1, según informó ayer la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), entidad que nuclea a las empresas terminales del sector. “El record permite asegurar que la producción de un millón de autos en la Argentina es un horizonte cercano”, manifestó la ministra de Industria, Débora Giorgi. Para fin de año se proyecta llegar a las 700 mil unidades, desde las 437.149 que se acumulan en los ocho primeros meses.

El sector automotor viene liderando ampliamente la recuperación manufacturera, traccionando otros segmentos, como las industrias metálicas básicas, la producción de neumáticos o las partes plásticas. De hecho, aporta cerca de un tercio del crecimiento industrial y tiene una participación del 35 por ciento en las exportaciones de manufacturas.

Sin embargo, la baja integración de partes de producción nacional en los vehículos, que actualmente está entre el 20 y el 30 por ciento, limita el impacto sobre el tejido industrial local y alimenta un fuerte déficit comercial en el sector de autopartes. Desde la cartera industrial se busca modificar esta situación con un programa de financiamiento específico para las autopartistas junto a la Anses. La línea, informaron, ya relevó cerca de 142 proyectos de desarrollo, que totalizan inversiones por más de 1387 millones de pesos.

Los datos de agosto muestran que la producción nacional llegó a las 72.967 unidades, con 42.526 vehículos exportados, una suba de 45,6 por ciento interanual. Los restantes fueron vendidos en forma local, por lo que, sumando las importaciones, las ventas a concesionarios llegaron a las 61.599 unidades, un alza del 44,8 por ciento interanual. En ocho meses se despacharon 433.801 unidades, un 38,5 por ciento más que en igual lapso de 2009. La comparación entre ventas y compras externas muestra cierto equilibrio en el sector terminal. Este se logra gracias a un esquema de comercio administrado con Brasil y por la estrategia de las terminales, que complementan sus líneas de producción: mientras la Argentina vende unidades medianas, Brasil se especializa en vehículos pequeños, de escasa potencia.

El presidente de Adefa, César Luis Ramírez Rojas, sostuvo que “las compañías están reforzando los programas de desarrollo de proveedores, para los cuales históricamente han destinado en el orden del 20 por ciento de sus inversiones, que en el último trienio alcanzaron los 3100 millones de dólares”. Estimó que el año cerrará con una producción de 700 mil unidades, mientras que las ventas a concesionarios alcanzarían 600 mil y las exportaciones, 400 mil vehículos.

Del total de la producción del mes, el 70 por ciento fueron automóviles y el resto utilitarios, con una muy baja proporción de vehículos pesados. En el año, el grueso de las exportaciones (86,1 por ciento) se dirigieron a Brasil, con un aumento del 46,9 por ciento respecto al año pasado. El segundo destino en importancia fue México, con el 5,6 por ciento. La estructura de las exportaciones muestra una mayor participación para los utilitarios, que llegan al 25 por ciento del total.