El cruce entre el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, y los exportadores cerealeros continúa en ascenso. “Lo único que les decimos a los exportadores es que paguen el precio FAS teórico (precio internacional menos retenciones) del trigo que se comprometieron a pagar ante el gobierno nacional y que no busquen excusas”, afirmó el funcionario, luego de presentar un acuerdo con la Sigen para controlar todas las áreas del ministerio. Por su parte, la Federación Agraria advirtió al Gobierno que el sector triguero está en “la cuenta regresiva” para realizar una nueva protesta.

“No es un problema de cupo de exportación, es un problema que no se está pagando el precio que el productor debe recibir”, insistió ayer Domínguez. Estas declaraciones fueron para responder un comunicado del Centro de Exportadores de Cereales (CEC), quienes evitaron hacerse cargo de las acusaciones lanzadas por el ministro.

“La dificultad de los productores no está en el precio sino que no encuentran suficientes compradores para colocar su producción”, había manifestado la CEC, que a su vez señaló que hasta el momento se autorizó sólo el 50 por ciento del saldo exportable, dato que coincide con las denuncias de la Federación Agraria. “Hay un creciente malestar de las bases. Vamos a agotar las instancias de diálogo, pero las autoridades deben ser conscientes de que los tiempos para verificar se van agotando”, afirmó Eduardo Buzzi, titular de la FAA. Desde Agricultura señalan que hay disponibles 5,5 millones de toneladas para exportar.