Los jefes de Estado y gobierno de la Unión Europea comenzaron a deliberar ayer en Bruselas, en un nuevo intento por apaciguar a los mercados tras la dimisión del primer ministro de Portugal, José Sócrates, ante la negativa del Parlamento de su país a aprobar nuevas medidas de austeridad. En el comienzo de la cumbre, que concluirá hoy, el primer ministro luxemburgués y presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, estimó en 75 mil millones de euros la cifra “apropiada” para el rescate de Portugal. Por lo pronto, la calificadora Fitch rebajó la nota de solvencia a largo plazo de la deuda de Portugal en dos escalones, de “A+” a “A-”.

La canciller alemana, Angela Merkel, pidió a Portugal que, a pesar de su crisis política, cumpla con sus obligaciones y aplique todas las medidas de austeridad fiscal que sean precisas. Tras los precipitados rescates de Grecia y de Irlanda, que se veían amenazados con el fantasma de la suspensión de pagos, algunos analistas recelan por el impacto que tendría en España un eventual rescate de urgencia a Portugal. La agencia de calificación Moody’s rebajó ayer en al menos un escalón la nota de 30 bancos españoles, como consecuencia de la degradación de la nota de la deuda soberana de España el pasado 10 de este mes. De hecho, el sector financiero español concentra más de 70 mil millones de euros (100 mil millones de dólares) de obligaciones portuguesas, lo que equivale a un tercio del total de la deuda pública y privada del país vecino.

El secretario general de la Confederación de Sindicatos Europeos, John Monks, expresó la “preocupación” de los trabajadores por el “énfasis” de la UE en la austeridad y el ajuste salarial. “Los trabajadores en Europa quieren mantener sus modelos sociales y no aceptan la idea de que van a pagar en el mercado laboral por una crisis provocada en los mercados financieros”, dijo Monks durante la cumbre social tripartita previa al Consejo Europeo. Está previsto que los 27 acuerden reforzar el fondo de rescate para países en apuros de la zona euro, así como el fondo permanente que lo reemplazará a mediados de 2013. Alimentado con fondos de los países de la zona euro, el fondo actual tendrá una capacidad de préstamo de hasta 440 mil millones de euros.