EL PAíS › OPINION

Un tribunal irregular

 Por Roberto Follari *

No nos confundamos, cuando termine el conteo –de mesas, no de votos, porque el Tribunal no permitió este último– nada nuevo se habrá dicho sobre las irregularidades habidas en el escrutinio chubutense. Esas irregularidades ya están demostradas, y para nada dependen del resultado último de la elección.

Si se detectaron irregularidades, siempre puede haber otras no detectadas. De modo que el proceso todo se vuelve sospechable, y ya no hay manera de recuperar su transparencia. Contar ahora los votos según lo escrutado por mesa, no resuelve la cuestión (ni hay procedimiento alguno que pueda ya retrotraerla).

Por supuesto que el conteo es necesario. Se juegan en él nada menos que la gobernación e intendencias (el caso de Madryn es paradigmático). También es cierto que en el mismo conteo han aparecido situaciones insólitas (como el curioso “error” del “888” en vez de “88”). Pero las irregularidades son previas. Y respecto de las mismas, el Tribunal Electoral no puede ser quien juzgue, pues es el que debe ser juzgado.

El conteo está en manos de quienes: (1) impidieron que el escrutinio pudiera seguirse por Internet; (2) dieron los primeros datos a las 20.30 del domingo pasado, exactamente el horario en que Das Neves había dicho que el escrutinio finalizaba; en ese ínterin, nadie sabe qué pasó; (3) los datos “oficiales” –es un modo de decir– se daban de modo tal que eran llevados en papelitos escritos a mano, lo cual –en época cibernética– es tan inaudito que no merece comentarios; (4) jamás se dijo de qué ciudad o paraje eran los datos, lo cual retrotrae a épocas inmemoriales, pues es obvio que no pueden darse totales provinciales sin decir su origen (Comodoro, Trelew, etc.).

Todo esto fue evidente incluso por vía televisiva. Las irregularidades que aparecen en el conteo actual van en la dirección obvia de servicio al candidato de Das Neves, pero no se necesita de ello para advertir lo irregular. El procedimiento de escrutinio es de por sí totalmente inaceptable, en tanto se sustrajo al control ciudadano. Ya los ministros Randazzo y Fernández lo dijeron desde las 21.30 del domingo, cuando aún se suponía que ganaba el FpV. De modo que no hay que esperar el final del conteo, ni éste es la demostración de si el escrutinio fue o no válido. Las irregularidades son evidentes, fueron cometidas desde el Tribunal Electoral mismo, y ese Tribunal debe ser sometido a investigación independiente y, en su caso, a las severas sanciones que correspondan.

* Doctor en Filosofía, profesor de la Universidad Nacional de Cuyo.

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