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Antes de que abandonara la Argentina, un grupo de banqueros le advirtió a Anoop Singh que un fallo redolarizador podría complicar el funcionamiento del sistema financiero. El titular del Departamento de Asuntos Especiales del FMI, quien retornó a Estados Unidos anteayer, estuvo el martes con el comité ejecutivo de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA). Ese día también se entrevistó con los economistas del menemismo. En una reunión en el Hotel Presidente, de la que participaron Pedro Pou, Pablo Rojo, Diego Estévez y Rogelio Frigerio, y por la que pasaron el ex banquero Raúl Moneta y el empresario periodístico Daniel Hadad, Singh preguntó cuáles podrían ser las consecuencias del dictamen de la Corte Suprema y se manifestó preocupado por la demora del sistema financiero en recomponer su situación.
Singh, de todos modos, prefirió escuchar antes que opinar. Es lo que suele ocurrir en las reuniones de los funcionarios de los organismos internacionales con protagonistas de la vida política y económica del país. Sus últimas entrevistas fueron con los menemistas, con los banqueros y con los economistas Pablo Guidotti, Ricardo Arriazu y Javier González Fraga. Singh se interesó especialmente en qué puede ocurrir entre mayo y octubre, debido a que el gobierno que surja de las elecciones no tendrá mayorías parlamentarias.
El economista del FMI señaló que el actual gobierno se dedicó a tapar agujeros, pero que a partir de mayo se necesitan reformas estructurales urgentes, que difícilmente pasarán por el Congreso. Mencionó que se requiere una reforma tributaria para reemplazar las retenciones, que caerán por la presión de los exportadores, debido a que se achicará el tipo de cambio real por la inflación. También indicó la necesidad de aumentar las tarifas de los servicios públicos y de iniciar el proceso de reestructuración de la deuda. En ese marco, dijo, el fallo redolarizador complica la normalización del sistema financiero. El FMI, por tanto, también presionará por un bono compulsivo.