El Banco Central absorbió ayer la cifra record de 278 millones de dólares en el mercado de cambios, que operó con un volumen superior a los 500 millones, señalaron fuentes de la autoridad monetaria. El cambio de tendencia respecto del mes pasado, cuando se verificó una corrida que le costó al organismo unos 1500 millones de dólares en reservas, permitió en lo que va del mes neutralizar esa fuga. El stock de reservas finalizó en 45.650 millones de dólares, mientras que la cotización al público se mantuvo sin cambios, a 4,31 pesos.

La implementación de los controles a la compra de moneda extranjera que dispuso el Gobierno el 31 de octubre estimuló una corriente de compras de dólares especulativa, fogoneada por analistas del establishment financiero. Varios gurúes de la city alertaban sobre la futura implementación de controles más rigurosos, que tendrían el objetivo de contener la demanda mientras se llevaba a cabo un brusco ajuste del dólar. Desde el inicio de los discursos agoreros hasta ayer –casi dos meses–, esa “abrupta devaluación” fue de cuatro centavos. Estos argumentos fueron reiterados hace pocos días, con la misma falta de rigor que hace un mes.

La incertidumbre alentada desde algunos medios le costó al Central una pérdida de 1500 millones en reservas, proveniente de sus ventas en el mercado. Una cifra similar se exhibió en salida de depósitos en esa moneda del sistema bancario, tanto por la cancelación de cajas de ahorro como la no renovación de plazos fijos. En las últimas semanas la tendencia cambió sustancialmente: para mañana se espera el anuncio de una salida prácticamente nula de depósitos –incluso algunos bancos recompusieron colocaciones de sus clientes– y un ritmo de compra de dólares promedio de entre 150 y 200 millones.