El Presupuesto 2012 ya es ley. El Frente para la Victoria logró aprobarlo por 44 votos a 26. También consiguió sancionar las prórrogas de la Emergencia Económica, el impuesto al cheque, a los cigarrillos, las retenciones a los hidrocarburos y una modificación a la ley del Impuesto a las Ganancias. En la sesión de ayer, el oficialismo terminó de inaugurar su nueva mayoría parlamentaria al conseguir la sanción de la norma que se le había negado hace un año. La ley que prevé los recursos y gastos para 2012 estima un crecimiento del PBI de 5,1 por ciento, una inflación anual de 9,2 por ciento y un tipo de cambio promedio de 4,40 pesos, no muy lejos de la actual cotización.

Los recursos tributarios llegarían a los 668.290,5 millones de pesos, es decir un incremento de 23,5 por ciento en relación con lo proyectado para este año. Por primera vez desde su creación, el Ejecutivo consiguió por ley la creación del Fondo del Desendeudamiento, conformado por 5700 millones de dólares de las reservas de libre disponibilidad para el pago de los vencimientos de la deuda (ver aparte).

El miembro informante del oficialismo fue Aníbal Fernández, presidente de la Comisión de Presupuesto. Ya acostumbrado a dar informes en el Parlamento, por su función como (ex) jefe de Gabinete, el senador tomó aire y arremetió con una seguidilla de números que abarcó todas las áreas cubiertas por el Presupuesto. Casi al final de su discurso, tuvo tiempo para una humorada con mensaje político.

“Juan Perón decía que la guerra era algo demasiado importante como para dejarla en manos de los militares. Permítame decir, y no lo tome a mal señor presidente (Amado Boudou estaba presidiendo la sesión), que la economía es algo tan importante, sumamente importante como para dejarla en manos de los economistas. Es una decisión política”, afirmó entre risas Fernández. Con ese argumento, también defendió la prórroga de la Emergencia Económica. Boudou, por su parte, tuvo la formalidad de sonreír.

El gasto público para 2012 cuenta con una previsión de aumento de 18,8 por ciento. De ese total, el 60 por ciento estará destinado a servicios sociales (salud, asistencia social, educación, vivienda, agua potable, etc). Serán 303.027 millones de pesos, lo que representará un incremento de 20,6 por ciento en comparación con lo previsto para 2011. En cuanto al gasto destinado a fines económicos (energía, transporte, industria, agricultura, etc.), se destinarán 94.994 millones de pesos, es decir un incremento de 13,9 por ciento.

“La verdad que reconozco el esfuerzo realizado en educación y en la implementación de la Asignación Universal por Hijo. Pero a mí me gustaría que realmente se universalice. Nosotros pensamos que nuestra deuda con los niños es una deuda. Si nos ponen 9 por ciento de inflación, es verdad que no tenemos tantos pobres. Pero si hiciéramos el cálculo con precios reales, la pobreza sería mayor”, sostuvo Laura Montero (UCR).

De todas maneras, la legisladora que supo ser aliada de Julio Cobos afirmó que no propondrán otro Presupuesto –como sí intentó hacer el radicalismo el año pasado–. “Sería un abuso querer proponer un Presupuesto. Pero sí plantearemos un artículo que indique que todo excedente presupuestario deberá pasar por el Congreso”, agregó la legisladora.

Más allá de los números macroeconómicos –como las proyecciones de inflación, crecimiento y tipo de cambio–, los senadores cuestionaron la actual distribución de recursos entre la Nación y las provincias.

“Continúan las mismas falencias que en los anteriores presupuestos, ya que se sigue postergando a las provincias en la distribución de los recursos y se esconde una situación de profunda injusticia hacia la mayor parte de los jubilados y pensionados”, sostuvo el socialista Rubén Giustiniani.

En relación con este tema, los senadores de la oposición hicieron hincapié en una modificación en la distribución de recursos del impuesto al cheque. Actualmente, lo recaudado es destinado en un 70 por ciento para la Nación y un 30 por ciento para las provincias, que deben detraer un 15 por ciento para la Anses. “Dios está en todas partes pero atiende en la administración federal”, ironizó el senador (y humorista) Eugenio “Nito” Artaza.

“Ustedes tienen que asumir algunos errores que la sociedad se los hizo pagar. La oposición que construyeron a partir de los medios, con el diario Clarín a la cabeza, no les dio buenos resultados. El año pasado nos quisieron desfinanciar al dejarnos sin Presupuesto. Quisieron modificar la distribución de recursos del impuesto al cheque. La gente los castigó por eso. No hay que volver a incurrir en estos errores. Tenemos la confianza de que seguiremos creciendo”, enfatizó Miguel Angel Pichetto, titular del bloque del FpV al cierre del debate.

Minutos después de las nueve y media de la noche, Boudou tuvo la oportunidad de poner a consideración el conjunto de leyes económicas, las cuales llevaban su firma como (ex) ministro de Economía. La prórroga de la Emergencia Económica fue aprobada por 43 votos a 26. Luego siguieron las prórrogas de impuestos al cheque y a los cigarrillos (45/24), la prórroga de las retenciones a los hidrocarburos (47/22) y las modificaciones al Impuesto a las Ganancias (50/19). En la primera jornada de las sesiones extraordinarias del Senado, el oficialismo consiguió aprobar todo el paquete de leyes económicas consideradas clave para la administración central.