Jueves, 10 de mayo de 2012 | Hoy
ECONOMíA › GUILLERMO MORENO PREVé UNA AGUDIZACIóN DE LA CRISIS INTERNACIONAL
El secretario de Comercio Interior transmitió a empresarios su visión del panorama económico. Les dijo que la situación en Europa se agravará y que por lo tanto el gobierno argentino deberá mantener los controles a las importaciones como hasta ahora.
Por Javier Lewkowicz
El Gobierno estima que desde mitad de año la situación económica internacional se complicará aún más y habrá una fuerte inestabilidad, que se mantendrá hasta mediados de 2013. Ese fue el mensaje que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, transmitió a distintos empresarios en los últimos días. Por esa razón, la política de administración de comercio se sostendrá en la misma tónica, con el esquema de compensación de importaciones con exportaciones a nivel de cada firma. Moreno califica ese sistema de equilibrio comercial como una política “de coyuntura”, para “capear el temporal”. Reflejo de la delicada situación externa es, para el funcionario, la creciente dificultad para colocar en Europa exportaciones de carne, por la fuerte caída en los precios, fenómeno que también se registra en la leche en polvo. Moreno no considera que la suba del precio de la soja sea un factor que modifique la estrategia oficial.
La fragilidad económica que se registra en los países desarrollados comenzó a impactar con mayor fuerza desde los últimos meses del año pasado en la Argentina. Estados Unidos bajó su crecimiento anual de 3 a 2,2 por ciento entre el último trimestre del año pasado y el primero de 2012, mientras que en la Eurozona el tercer trimestre marcó un modesto avance de 1,4 por ciento interanual. La OCDE, organización que nuclea a los países desarrollados, destacó recientemente que en Europa “el panorama de crecimiento es anormalmente incierto y depende de manera crítica de la resolución de la crisis de deuda soberana”. A ello se sumó la desaceleración de Brasil, principal socio comercial, donde en marzo la producción industrial cayó en forma anual 2,1 por ciento y acumula en el primer trimestre una baja de 3 por ciento.
La economía nacional mostró en el primer trimestre un crecimiento de la actividad industrial de 2,3 por ciento, lo que supone una desaceleración frente al 9,3 por ciento que registró el mismo período del año pasado. En tanto, el estimado de actividad económica del Indec tuvo un crecimiento en el primer bimestre del 5,4 por ciento, una tasa menor que el año pasado aunque superior a otros países de la región y muy por encima de los valores de las economías desarrolladas. Moreno sostiene que el nivel de consumo e inversión en el mercado local, a partir de medidas de estímulo similares a las utilizadas en 2009, no se desplomará. Sin embargo, sostener en cierta medida el dinamismo de la economía local junto a un deterioro de la situación externa podría generar complicaciones en la provisión de dólares, situación que preocupa al funcionario.
El superávit comercial en el primer trimestre fue de 2969 millones de dólares, casi el doble del registro de 2011. Ese resultado no se logró gracias a una mejora en las exportaciones sino a partir de una leve baja de las importaciones. De hecho, las exportaciones avanzaron un 8 por ciento en el acumulado del año, aunque en marzo lo hicieron sólo un 2 por ciento, valores inferiores a los del año pasado, cuando las ventas al exterior avanzaron un 23,1 por ciento. En marzo, los precios de los productos que se venden en el exterior bajaron 4 por ciento y 1 por ciento en los primeros tres meses del año. Otro reflejo del empeoramiento en la demanda externa, para Moreno, es la dificultad para vender carne en Europa y la caída en el precio de la leche en polvo.
La situación que desde junio Moreno avizora en el orden internacional impactaría de lleno en las exportaciones, y el superávit comercial, ante la negativa manifiesta del Gobierno de volver a colocar deuda en los mercados internacionales, es un pilar no negociable.
Por eso el Gobierno va a mantener la rígida política de administración de comercio que lleva a cabo desde febrero, cuando se puso en marcha el sistema de declaración jurada anticipada de importaciones, que se utiliza para vincular la aprobación de operaciones de compra al exterior con el cumplimiento de requisitos por parte de empresas, como los precios al mercado interno o la sustitución de importaciones. El pedido oficial que más inquietud genera en el sector privado es la compensación “1 a 1” de importaciones con exportaciones. El criterio es básico: lograr, mediante cualquier exportación “incremental” (nuevas operaciones, no cambio en el titular de la operación), el equilibrio comercial.
“No es una política de Estado. Es una estrategia de coyuntura, prepararse para pasar el temporal”, describe Moreno. De esa forma concibe el requisito que el Gobierno pone a las empresas, que terminan vendiendo productos en general primarios para importar manufacturas de toda índole. Han ingresado en ese esquema empresas de diversos sectores, aunque se destacan automotrices y grandes cadenas de comercialización.
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