El ministro de Finanzas de Sudáfrica, Pravin Gordhan, brindó ayer una conferencia de prensa en el 40° aniversario de la Cámara de Comercio Argentino-Sudafricana, donde expresó que “ambos países necesitan encontrar un campo en común para alentar a Europa a que tome decisiones y mostrarle a la historia que no nos vamos a rendir frente a la crisis”. El objetivo de su visita es profundizar la cooperación entre ambos países y para esto mantendrá reuniones con el vicepresidente, Amado Boudou; la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, y con el ministro de Economía, Hernán Lorenzino.

“En los últimos seis u ocho meses, la crisis europea impactó en las economías emergentes, por lo que el crecimiento se desaceleró. En el caso del continente africano, el nivel de crecimiento disminuyó en el último tiempo del 6 al 5 por ciento. A principios de año se estimó un crecimiento del 2,7 por ciento, que será menor.” Para ejemplificar este cambio en los países emergentes y que Sudamérica ya no le escapa a la crisis, aseguró que “la disminución de las exportaciones de los recursos minerales es también una muestra del impacto de la crisis global, por eso es importante encontrar respuestas a la crisis, preguntándonos qué podemos hacer para reducir las desigualdades, y por eso es necesario que la Argentina y Sudáfrica cooperen para salir adelante”.

Durante la última cita en Los Cabos, México, del G-20, tanto la Argentina como Sudáfrica cuestionaron las políticas que Europa está llevando adelante para paliar la crisis. El reclamo de los países emergentes –los Brics: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica– junto con la Argentina trató de generar un debate contra la postura de algunas potencias, principalmente Alemania, de forzar a los países en crisis como Grecia, España, Italia, Irlanda y Portugal a achicar sus déficit mediante una política económica de corte neoliberal.