La Anses ratificará en un documento oficial que el último aumento de jubilaciones estuvo bien calculado. Será en respuesta a un pedido de informes del defensor de la Tercera Edad Eugenio Semino, quien sostiene, junto con otros especialistas en temas previsionales, que el organismo cometió un error al estimar la suba de haberes que aplicó en septiembre. En lugar del 11,42 por ciento, el incremento debió haber sido del 14, aseguran. Fuentes oficiales rechazaron esa versión y adelantaron a este diario que darán todos los detalles sobre cómo se definió el aumento cuando contesten a la solicitud de Semino, lo cual ocurrirá –dijeron– en los próximos días. Por lo tanto, las mismas fuentes descartaron cualquier reajuste de haberes para jubilados y pensionados.

“Los mismos que decían que la ley de movilidad iba a dar aumentos del 4 por ciento al año ahora nos corren con esto, pese a que en 2012 las jubilaciones crecieron 31,05 por ciento”, se quejaban en el Gobierno. Semino plantea que la Anses calculó el aumento de haberes antes de que se conociera uno de los insumos de la fórmula de la movilidad previsional: el índice de salarios de los trabajadores activos que elabora la Secretaría de Seguridad Social. Ese indicador, conocido como Ripte, arrojó una mejora en los salarios del 17,28 por ciento, contra el 11,29 por ciento que había estimado el Indec.

La ley de movilidad define que la Anses debe tomar el valor más alto entre esas dos mediciones salariales. Como el Ripte se difundió después de que se hubiera decretado el aumento de jubilaciones, Semino y compañía ahora piden que se actualicen los haberes, con un aumento adicional retroactivo a septiembre del 3 por ciento. “Es un disparate. El dato se conoció públicamente después, pero nosotros lo teníamos desde antes. No usamos información provisoria para establecer el aumento de jubilaciones, sino que tuvimos en cuenta todos los insumos, incluido el Ripte”, dijeron desde el Gobierno a Página/12. “Una cosa es el calendario de difusión pública de los índices y otra el funcionamiento interno del Estado”, agregaron. La Anses está preparando la respuesta a Semino con esta explicación, más todos los elementos que se tuvieron en cuenta para definir el incremento.

El defensor de la Tercera Edad está esperando esa información para resolver los pasos a seguir. Hasta el momento no hubo ninguna presentación judicial. La ley de movilidad generó fuertes debates en el pasado entre el oficialismo y la oposición. Mientras el Gobierno defendía la fórmula para establecer dos aumentos de jubilaciones al año, el propio Semino y legisladores de la oposición como Claudio Lozano advertían que era una “trampa”, que daría lugar a subas muy moderadas. Esa polémica se fue saldando hasta ahora a favor del Poder Ejecutivo. En 2012, como se mencionó más arriba, los jubilados y pensionados tuvieron un ajuste de 31,05 por ciento, por arriba de la gran mayoría de las paritarias de los trabajadores activos y de las mediciones de inflación provinciales y privadas.

En 2009 la movilidad previsional arrojó alzas del 19,9 por ciento, mientras que los cálculos privados daban un IPC de 15 por ciento. En 2010 el aumento de jubilaciones totalizó 26,5 por ciento y la inflación promedio de las consultoras, 18. En 2011 los jubilados mejoraron su haber 37,1 por ciento, contra un alza de precios del 24 por ciento, según esas consultoras, y este año la comparación arroja 31,05 contra 23. En total, las jubilaciones treparon 172,6 por ciento desde marzo de 2009 y el IPC de las consultoras, 107.