La petrolera Bridas demandó a Repsol ante la Justicia de Nueva York para proteger el reciente acuerdo de explotación de Vaca Muerta que firmó con la estatal YPF. La empresa española había amenazado el viernes pasado con iniciar acciones legales para que Bridas “desista inmediatamente” de esas negociaciones. Por eso, Bridas se adelantó y solicitó el sábado pasado a la Corte Suprema neoyorquina una declaración afirmando que corresponde a la Justicia argentina determinar quiénes son los propietarios de YPF y que, a menos que el sistema legal argentino diga lo contrario, Bridas tiene derecho a realizar transacciones con la petrolera estatal. Además, la empresa de la familia Bulgheroni reclamó a Repsol una compensación monetaria por su “interferencia ilícita” en sus negocios con YPF.

A partir de la nacionalización del 51 por ciento de las acciones de YPF, la petrolera Repsol comenzó a reclamar contra la expropiación en diferentes tribunales internacionales. Durante todo el año pasado, las autoridades y voceros de la empresa española amenazaron con demandar a cualquier empresa que se asocie con YPF. “Vamos a continuar tomando todas las acciones legales para proteger nuestros intereses ante una confiscación ilegal”, aseguró el portavoz de Repsol, Kristian Rix. A comienzos de diciembre pasado, Repsol inició una demanda contra la Argentina en el Ciadi, el tribunal del Banco Mundial, y también realizó una presentación contra Chevron en la Justicia de Nueva York para intentar trabar un acuerdo entre la petrolera norteamericana e YPF.

El 29 de agosto, Bridas firmó un memorando de entendimiento con YPF para el desarrollo de activos energéticos, y el 28 de diciembre acordaron los términos de un acuerdo para buscar petróleo y gas no convencional en un área de 663 kilómetros cuadrados en la cuenca neuquina de Vaca Muerta. El presidente de YPF, Miguel Galuccio, y los hermanos Carlos y Alejandro Bulgheroni, presidente y vice de Bridas, informaron que la inversión inicial sería de 1500 millones de dólares y contemplaba la perforación de 130 pozos en los próximos dos años. Además, Bridas financiará a YPF con 500 millones de dólares adicionales. YPF aportará la concesión sobre el terreno y ambas firmas compartirán costos de exploración y explotación, además de know how y tecnología. La negociación prevé que Bridas adquiera un 35 por ciento del área de Bajada de Añelo y un 24,5 por ciento de Bandurria (en esta última área ya poseía un 15 por ciento).

Pocos días después del anuncio, el 2 de enero, Repsol envió una carta a Bridas, anticipando que iniciaría acciones legales contra esa empresa. Según informó ayer Bridas, la misiva que anticipaba las acciones legales advertía que “Repsol es víctima de una expropiación ilegal de sus intereses en YPF por parte del gobierno argentino. Como resultado de eso, cualquier acuerdo entre una tercera parte e YPF relacionado con activos estratégicos de la petrolera también es ilegal, injusto, constituye una interferencia ilegítima y le causa a Repsol un daño irreparable”.

Antes de ser demandada por la empresa española, Bridas decidió realizar su propia presentación judicial reclamando a la Justicia de Nueva York, dado que Repsol reconoce esa jurisdicción, que se declare incompetente para decidir sobre el tema que compete al sistema legal argentino y que no restrinja el acuerdo firmado entre Bridas e YPF. En su demanda, Bridas recuerda que Repsol admitió que su demanda contra Chevron es un mecanismo indirecto para penalizar a la Argentina por la expropiación de YPF y de-sestimular a sus competidoras a que realicen negocios legítimos con la petrolera estatal.

A Bridas todavía le resta definir si participará como Bridas Energy o como Bridas Corporation. La primera es propiedad sólo de los Bulgheroni, mientras que en la segunda tienen el 50 por ciento de las acciones y el otro 50 por ciento es propiedad de China National Offshore Oil Corporation (Cnnoc). El acuerdo con YPF tiene una cláusula de confidencialidad, por eso todavía no se conoció.