El Gobierno realizará durante la jornada de hoy la apertura de los pliegos adquiridos por doce conjuntos de empresas para construir las represas hidroeléctricas Presidente Néstor Kirchner y Gobernador Jorge Cepernic, en la provincia de Santa Cruz. Eso permitirá conocer qué firmas presentaron ofertas, entre las cuales se optará en base a la propuesta financiera más atractiva. El ministro de Planificación, Julio De Vido, estuvo en Brasil, China y Rusia en búsqueda de fondos que permitan financiar el proyecto energético, para el cual hubo anteriormente otras licitaciones. Fuentes del sector advierten que las firmas chinas, si cuentan con un firme apoyo de su Estado, son grandes candidatas, mientras que Brasil a través del BNDS también suele ofrecer buenas condiciones crediticias.

La obra está presupuestada en 24.358 millones de pesos, después de que la Secretaría de Obras Públicas subiera el precio semanas atrás un 12,6 por ciento. El principal escollo a superar es la cuestión del financiamiento, razón por la cual el Gobierno busca conectarse con poderosas empresas respaldadas en los bancos de desarrollo estatales. Las condiciones del pliego exigen que al menos la mitad de los recursos, alrededor de 2480 millones de dólares, sean aportados por los privados. Se trata de deuda que va a contar con avales del Estado Nacional y que se repaga con los fondos que Cammesa entrega a la empresa que haya ganado la licitación. Dichas compañías actúan como agentes de promoción del proyecto ante las instituciones financieras de sus países. Hasta el 21 de febrero tienen tiempo para presentar las cartas de compromiso de financiamiento emitidas por los bancos. La otra mitad del dinero para las represas será aportada por el Estado con recursos del Presupuesto.

Se vendieron en total doce pliegos, con un precio de 500 mil pesos cada uno. Entre las empresas brasileñas figuran Camargo Correa, Odebrecht, OAS, Grupo Andrade Gutiérrez y Quiroz Galvao, asociada con la argentina Comercial del Plata Construcciones. En tanto, la china Ghezouba está asociada con Electroingeniería, y Sinohydro, con Iecsa y Austral, la firma constructora de Lázaro Báez, empresario cercano al Gobierno. Fueron los pedidos de las consultas de los chinos, principalmente, los que llevaron a posponer la apertura de sobres, inicialmente estipulada para el 12 de diciembre. Como el Gobierno prefiere que la mayor parte posible del financiamiento provenga de los bancos que respaldan a las empresas, se le aplica a cada proyecto una tasa de penalización sobre el peso previsto para el aporte de capital del Estado argentino. Empresarios ligados a la compulsa indican que los asiáticos se quejaron de que esa tasa de penalización era demasiado baja, lo que les quita posibilidades, puesto que ellos disponen de fondos suficientes como para ofrecer financiar un amplio porcentaje de los 4960 millones de dólares totales.

También compraron pliegos la rusa Inter RAO Export Limited Liabi, y la española Corsan Corviam Construcciones. Entre las firmas nacionales, se presentaron Panedile junto a Techint y la rusa Power Machines (tal como lo hicieron en la represa de Caracoles), Helport, del Grupo Eurnekian, e Impsa, única empresa nacional que gravita en el sector a nivel mundial. En la apertura de sobres que tendrá lugar hoy estarán presentes representantes de todas las firmas mencionadas. Uno de los requisitos que establece el pliego es que todas las postulaciones deben contar con un socio local con un porcentaje del capital no menor al 30 por ciento.

Las represas están diseñadas sobre las márgenes del río Santa Cruz y se estima que podrían aportar 1740 megavatios de potencia al sistema interconectado, lo que permitiría ahorrar 1200 millones de dólares en importaciones de hidrocarburos al año. Se trata del tercer emprendimiento hidroeléctrico del país, detrás de Yacyretá, que tiene capacidad para generar 3200 megavatios, y Salto Grande, de 1800 megavatios, aunque la energía generada por estas dos centrales es compartida con Paraguay y Uruguay, respectivamente.