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La relación con las empresas privatizadas aparece cada vez más como un tema conflictivo dentro del Gobierno. Los protagonistas: Julio De Vido y Roberto Lavagna. El último viernes, al mismo tiempo que el ministro de Planificación acordaba con la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) un trabajo de asesoramiento sobre las privatizaciones, Lavagna pedía a la Auditoría General de la Nación y a la Sindicatura General informes sobre el cumplimiento de contratos por parte de esas compañías.
No es la primera vez que se hacen públicas distintas actitudes entre ambos ministros, en torno de las privatizadas. Ocurrió no bien comenzó la gestión de Néstor Kirchner, cuando en Economía propiciaban aumentos tarifarios “a cuenta”. En ese momento, De Vido salió al cruce asegurando que, antes de hablar de incrementos, el Gobierno iba a revisar el cumplimiento de los contratos firmados durante las administraciones menemista y de la Alianza.
Si bien el pedido de Lavagna a los organismos contralores ocurrió antes del fin de semana, la oficina de prensa del ministro comunicó la novedad recién ayer.
De Vido es uno de los funcionarios de más estrecha vinculación con Kirchner. En referencia a la relación con las privatizadas, el jefe de Estado ya definió que serán revisados todos los contratos. El anuncio de la contratación de Flacso, una universidad muy crítica del proceso de privatizaciones, se difundió el mismo día en que Kirchner subió al avión que lo llevó a Europa, donde se encuentran los dueños de las empresas de servicios públicos privatizados. Además, el jefe de Estado es partidario de reprivatizar aquellas concesiones que se den de baja.
En relación a los controles a las empresas, ayer se conoció otra noticia importante: el ente regulador del servicio de agua, ETOSS, firmó un convenio con la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires para diseñar un sistema de información que dará precisiones sobre la prestación de los servicios. El presidente del Ente, Miguel Saiegh, remarcó que el nuevo Sistema de Contabilidad Regulatoria permitirá al ETOSS mejorar la regulación y el control “del funcionamiento de la concesión privada de los servicios de agua y saneamiento”. El acuerdo con la UBA prevé la creación de un programa informático para que el ETOSS obtenga información de mayor confiabilidad. “El acuerdo implica un salto en la calidad del funcionamiento del ente regulador”, refrendó Saiegh.