El ministro de Economía, Hernán Lorenzino, viaja hoy a Washington para participar de la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. El funcionario arribará a una capital norteamericana parcialmente paralizada por el bloqueo a la ley de presupuesto con agenda propia. La elaboración del nuevo IPC de alcance nacional, que el Indec está trabajando junto con el FMI para evitar una sanción del organismo, y las negociaciones para alcanzar un acuerdo con las empresas que tienen sentencias contra la Argentina en el Ciadi, el tribunal arbitral del BM, encabezarán la lista de temas del equipo de Economía. El Gobierno pretende mejorar su vínculo con los organismos multilaterales de crédito para generar mayores fuentes de divisas.

El viaje de Lorenzino coincidió con el rechazo de la Corte Suprema de Estados Unidos para analizar el pedido de revisión presentado por la Argentina en su disputa con los fondos buitre. La decisión no sorprendió al Palacio de Hacienda, donde reconocieron que la posición del máximo tribunal reduce cada vez más las chances de que analice el caso. El Estado argentino todavía debe apelar el último fallo de la Cámara de Apelaciones de Nueva York. El juicio con los buitres estará presente en las diferentes audiencias y reuniones que mantendrá el funcionario en Washington, aunque esta vez no se encontrará con los abogados que representan al país en Estados Unidos.

Ayer, una vez difundido el comunicado de los magistrados supremos norteamericanos, Lorenzino mantuvo reuniones en la Casa Rosada y también se encontró con el vicepresidente Amado Boudou. El viaje a Estados Unidos está previsto para hoy y el jueves, cuando comienzan las reuniones oficiales, se sumará a la comitiva el secretario de Finanzas, Adrián Cosentino. En Washington los estará esperando el representante argentino en el directorio del Fondo, Sergio Chodos.

El FMI ya anticipó que la nueva medición de precios no será analizada formalmente en su asamblea anual, ya que el plazo para abordar el tema culmina en noviembre. De todas formas, el nuevo IPC nacional tendrá un lugar dominante en la agenda de los funcionarios argentinos. El equipo de Economía mantendrá encuentros bilaterales con técnicos y directivos del Fondo para avanzar en su implementación y, posiblemente, también se trasladen a Washington en los próximos días las autoridades del Indec para participar de encuentros bilaterales con el staff del organismo.

La implementación del nuevo índice de precios abrió un canal de diálogo con el FMI. El Gobierno pretende primero levantar la amenaza de una sanción al país por las mediciones de la inflación y el crecimiento, y luego facilitar el acceso al financiamiento multilateral. En ese caso también se evalúa que los técnicos del FMI vuelvan a visitar el país para, con bajo perfil, realizar sus auditorías de la economía local. Las revisiones del Artículo IV son rechazadas por el país desde 2006. Por lo pronto, en las próximas semanas volverá a viajar a Buenos Aires Alejandro Werner, el director del departamento occidental del FMI en el marco de los avances por el nuevo IPC.

En ese marco, Lorenzino también está negociando con la nueva conducción del Banco Mundial para destrabar créditos. Hace más de 12 meses que el organismo no aprueba nuevas líneas para el país. Las negociaciones en marcha buscan alcanzar un arreglo con empresas prestadoras de servicios públicos que lograron sentencias favorables en el Ciadi, el tribunal arbitral del BM. Esos reclamos y sus fallos fueron duramente cuestionados por el Gobierno pero, en el actual escenario y con el objetivo de reabrir la canilla de créditos de ese organismo, estaría dispuesto a negociar un acuerdo con quitas, pago en bonos y el compromiso de las empresas de volver a invertir en el país.