El Estado incorporó 60 mil nuevos trabajadores rurales desde fines de 2011 hasta la fecha. Esto se logró a partir de la sanción del nuevo Estatuto del Peón y la creación del Registro Nacional de Trabajadores y Empleados Rurales (Renatea). Además, en la actividad del desflore de semillas híbridas, caracterizado por ser una actividad golondrina, la registración creció un 132 por ciento. En total, los peones que hoy se encuentran dentro del régimen formal, en el marco del nuevo estatuto, ascienden a 430 mil, sumado a otros 70 mil peones que pertenecen a actividades que quedaron fuera del nuevo marco regulatorio pero que también lograron incorporarse a la formalidad laboral. La mejora en la registración se debió a las tareas de fiscalización realizadas en el territorio, junto a los municipios, la capacitación y el rescate de muchos trabajadores que estaban en condiciones de esclavitud.

Una de las incorporaciones de la Ley 26.727 (Estatuto Peón Rural) fue la categoría de trabajador permanente discontinuo, que implica que una persona es contratada por un mismo empleador en más de una ocasión de manera consecutiva para la realización de tareas estacionales, que se realizan por un breve período de tiempo. Esto implica que el trabajador tiene los mismos derechos laborales que los trabajadores permanentes ajustados a las características de discontinuidad. El desflore de semillas se inscribe dentro de esta categoría laboral.

En el período enero-marzo de 2012, los trabajadores golondrinas registrados de esta actividad eran 8496. Para el mismo período de este año, ya habían ascendido a 22.571. Ahora, los trabajadores registrados dedicados al desflore de semillas es de 28 mil (agosto 2013).

“Más del 50 por ciento de estos trabajadores fueron inscriptos como permanentes discontinuos. Es decir que mejoraron su condición laboral”, destacó Guillermo Martini, titular del Renatea, en diálogo con Página/12. “Además, hay que decir que los sueldos promedio de los peones declarados superan los incrementos salariales acordados en los últimos años. Por lo tanto, la situación ha cambiado en tres aspectos. Hay más trabajo registrado, mejoró la calidad de éste y cada trabajador realiza más aportes”, agregó el funcionario.

Cuando la registración de los trabajadores rurales estaba gestionada por Gerónimo “Momo” Venegas, titular de la Uatre, junto a los dirigentes de la Mesa de Enlace, todo el trabajo de control, capacitación y cobranza de aportes estaba tercerizado. Otro de los cambios sustanciales del nuevo marco regulatorio tiene que ver con el trabajo territorial encarado por el Renatea.

Por ejemplo, en la provincia de Santiago del Estero se articuló recientemente un acercamiento entre los ministerios de Salud, Trabajo, Agricultura, Interior, a partir del cual en cinco días resolvieron distintas problemáticas de 5300 trabajadores rurales. De ese total, 3200 recibieron su libreta de peón rural. El Renatea tiene firmado convenios con 13 provincias y 80 municipios.

En cuanto a las inspecciones, Renatea relevó la situación de más de 4000 peones, de los cuales varios casos fueron tipificados como trata laboral. En estas circunstancias, el Registro realiza la denuncia correspondiente, en un trabajo conjunto con la Procuración para el combate de la trata de personas, a cargo de Marcelo Colombo. “El Renatea también realiza el seguimiento de esas situaciones extremas, lo cual implica resolver aspectos como el alojamiento, el transporte para que los trabajadores explotados vuelvan a su domicilio, e incluso, como ocurrió en Mendoza, la reinserción laboral negociada con una cámara de productores”, sostuvo Martini. Las situaciones de trata laboral fueron detectadas en Santiago del Estero, Salta, La Rioja, Jujuy y Mendoza.