El mercado financiero exhibió un momento de quiebre a mediados de mes con el anuncio de los cambios en el gabinete de Cristina Fernández. Desde ese momento, la plaza cambiaria redujo su volumen de negocios y esos fondos se dirigieron nuevamente a activos rentables, como las acciones. El balance del mes muestra entonces un alza del dólar de 3,6 por ciento, hasta los 6,14 pesos, mientras que en el segmento paralelo los negocios se hicieron todavía más marginales y el precio se retrajo 38 centavos, hasta los 9,57. Las reservas cerraron en 31.100 millones y cayeron 2132 millones en el mes. Las acciones líderes perdieron ayer 0,3 por ciento, aunque acumularon en noviembre un alza superior al 10 por ciento en promedio, con subas particulares de hasta 56 por ciento, como fue el caso de Edenor. Por su parte, los títulos públicos no tuvieron un buen mes y cerraron en baja.

Previo a los cambios en el equipo económico se mantenía la tensión sobre el tipo de cambio bajo especulaciones en torno de un posible desdoblamiento cambiario. Si bien el ritmo de suba de la divisa ya se había acelerado, no lograba descomprimir las operaciones en el paralelo. El dólar blue se mantuvo oscilante entre 9,90 y 9,99 pesos. La licencia médica de la Presidenta sirvió también a los especuladores para generar pánico. El lunes 18, el Gobierno anunció –entre otros cambios– la designación de Axel Kicillof como ministro de Economía y de Juan Carlos Fábrega al frente del Banco Central. Desde entonces, el dólar blue perdió 38 centavos y finalizó la semana en 9,57.

La brecha entre la cotización oficial del dólar y el precio del segmento informal se achicó a 56 por ciento. La caída fue en respuesta a una política cambiaria enfocada en acelerar la suba del tipo de cambio oficial. De todos modos, hay quienes piden mayor devaluación, como el titular de la Unión Industrial, Héctor Méndez, quien ayer reclamó por un dólar “más competitivo”. En lo que va del año la divisa se apreció 24,5 por ciento. Las operaciones de contado con liquidación se redujeron y el precio implícito del dólar por adquirir un bono o acción en el mercado local para venderlo en el exterior se ubicó en torno de los 8,50 pesos.

El grueso de los fondos que se destinaban a la especulación con el dólar blue encontró en las acciones una herramienta que dio excelente resultados a sus compradores. El caso más notable volvió a ser Edenor, cuya acción se apreció en el mes 56 por ciento. Este papel viene sostenido desde principio de año bajo la premisa de que el Gobierno haría un ajuste de tarifas, lo que beneficiaria a la compañía por tener esos valores congelados. Esa posibilidad se acrecentó a partir de los dichos de Kicillof y el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quienes deslizaron conceptos en cuanto a una situación inequitativa respecto de lo que se paga la energía en zonas residenciales de Capital y Gran Buenos Aires. En lo que va del año los papeles de Edenor acumulan una ganancia de 486,8 por ciento. Lo mismo sucedió con las acciones de Pampa Energía, que ganaron 20 por ciento en el mes y 135,1 en el año.

Otro activo beneficiado fue la acción de YPF, que aceleró su escalada a partir del preacuerdo alcanzado con Repsol sobre la expropiación del 51 por ciento de la compañía. Las acciones de la petrolera estatal mejoraron un 29,1 por ciento en el mes y registran una recuperación de 153,7 por ciento en el año. Acompañaron la tendencia las acciones bancarias, que mantienen un fuerte rezago en sus precios respecto de sus ganancias operativas y el precio de sus papeles. El Grupo Galicia sumó una ganancia de 20,6 por ciento en el mes y de 137,6 por ciento en el año. El resultado fue una suba de 10,7 por ciento del MerVal, panel que reúne a las acciones líderes. El indicador registró una suba de 100,4 en el año. Los títulos públicos cerraron noviembre con un retroceso promedio de entre 6 y 7 por ciento.