El Gobierno ratificó que tiene como prioridad el cumplimiento del acuerdo de precios y volvió a advertir que puede recurrir a las importaciones para velar por ese objetivo. Además ponderó el sistema de “alerta temprana”, bajo el cual enmarcó la convocatoria a distintos actores de la cadena de comercialización del tomate para evaluar la situación para las próximas semanas. Desde el Mercado Central aseguraron a este diario que “hay tomate de sobra y no vamos a tener problemas de abastecimiento”. Luego de anunciar que podría importarse tomate desde Brasil, el Gobierno paró la pelota y buscó dejar en evidencia a los supermercados, los que habían planteado que tendrían problemas de abastecimiento a raíz de las altas temperaturas que se registraron durante las últimas semanas.

“No vamos a permitir movimientos especulativos y si llegáramos a detectar algún problema estacional se avalarán las importaciones, ya que nuestra intención es cuidar el bolsillo de los consumidores, tantas veces vapuleados”, señaló ayer el ministro de Economía, Axel Kicillof, durante un encuentro con la prensa en la puerta del edificio de esa cartera. “Tenemos la firme decisión de defender el acuerdo de precios y no aceptaremos modificaciones a lo convenido oportunamente”, agregó.

Kicillof recordó que el esquema de Precios Cuidados prevé un diálogo que llamó de “alerta temprana”, que permite que cuando uno de los miembros de la cadena ve que puede haber un problema de precios de los productos, avisa al Gobierno. Después de que el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, el miércoles saliera a advertir que se importará tomate desde Brasil si llegara a haber problemas con la cosecha, y frente a un escenario que no supondría mayores inconvenientes de abastecimiento, el titular de Hacienda buscó dejar en evidencia al presidente de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), Alfredo Coto, quien “dijo que podría haber problemas en el precio del tomate por condiciones climáticas”, citó Kicillof.

El Gobierno convocó ayer a los productores de tomates para interiorizarse en la situación de la cadena de producción (ver aparte). “Acá hay diferentes versiones, mientras los supermercados dicen que el tomate va a subir, los productores dicen que no y que no hay problemas de abastecimiento, por eso los llamamos para ver quién dice la verdad”, dijo Kicillof. “En caso de que hubiera un problema que no se pueda solucionar de otra manera, vamos a permitir las importaciones para que los precios sean respetados y la gente tenga los precios que acordamos.” Denunció “patrañas” al interior de la red de comercialización.

Por su parte, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, ayer indicó que “está claro que en la Argentina antes no tenía la culpa (el ex secretario de Comercio Interior Guillermo) Moreno por los precios ni ahora la tienen Kicillof ni Capitanich ni (el secretario de Comercio, Augusto) Costa. El problema central tiene que ver con maniobras especulativas en una cadena de intermediación que perjudica al productor en muchos casos. Alguien se apropia de la renta excedente”.

El plan del Gobierno es extender en forma paulatina el acuerdo de precios al resto del país en el curso de este mes. El fin de semana la medida empezará a regir en la costa atlántica con la incorporación del supermercado Toledo, con sede en Mar del Plata, y de la Cooperativa Obrera de Bahía Blanca. La intención es que las sucursales del interior de las cadenas nacionales se incorporen desde los centros de consumo más grandes, como las ciudades de Rosario, Córdoba y Neuquén.

El circuito de distribución que involucra a las cadenas nacionales no incluye a los mayoristas, porque los supermercados adquieren la producción de centros distribuidores o incluso de la producción primaria propia. El eslabón mayorista, en cambio, sí está presente en la provisión de bienes a los supermercados de carácter regional, que tiene alta incidencia en las ventas en las ciudades medianas y pequeñas por fuera del área metropolitana, y a los de la comunidad asiática.

Por eso, durante la jornada de hoy el secretario de Comercio, Augusto Costa, recibirá a los directivos de la Cámara Argentina de Supermercados (CAS) y de la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (FASA), a la Cámara de Autoservicios y Supermercados Propiedad de Residentes Chinos (Casrech), a la Cámara Empresarial de Desarrollo Argentino y Países del Sudeste Asiático (Cedeapsa) y a la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (Cadam). Esas empresas trabajarán con una lista más reducida que la utilizada por las cadenas nacionales de supermercados, por la menor amplitud de su negocio. En las experiencias anteriores de acuerdo de precios que tuvieron lugar el año pasado, los comercios medianos y pequeños también tuvieron participación, aunque allí el grado de cumplimiento fue muy bajo. No está claro todavía el tipo de compromiso formal que ahora asumirán esos establecimientos.