ECONOMíA › CANJE DE PRESTAMOS GARANTIZADOS POR BONOS EN DEFAULT
Las AFJP buscan una reconciliación
Las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP) darían marcha atrás en su amenaza de recurrir al Poder Judicial por el conflicto con los préstamos garantizados. Lo harían en caso de que, en la próxima propuesta de renegociación de la deuda en default, se les entregue un bono en dólares a la par, aunque con tasas más bajas y plazos más largos. Se trata de un acercamiento de las AFJP al Gobierno para que les permitan no tener que registrar una pérdida de capital en los fondos administrados.
Transcurrido un tiempo desde la expiración del plazo para que los tenedores de préstamos garantizados, entre ellos las AFJP, acepten la pesificación, el Poder Ejecutivo decidió que los tenedores que no aceptaron el cambio de moneda volverían a tener los bonos originales que actualmente se encuentran en default. Desde el punto de vista estrictamente jurídico, la decisión del Ejecutivo no sería viable, ya que los préstamos aseguraban a sus tenedores volver a los bonos originales, pero vedaban taxativamente al Estado esta posibilidad.
Sin embargo, el nuevo contexto político parece haber influido contra una amenaza efectiva en el pasado: comenzar “una catarata de juicios contra el Estado”. La línea de buena voluntad que las AFJP le tiraron al Gobierno fue que están dispuestas a aceptar, en un contexto de renegociación global de la deuda pública, que los bonos que subyacen a los préstamos garantizados sean canjeados por bonos a la par en dólares, aunque estos tengan tasas y plazos más largos. La solución de compromiso les daría la excusa que necesitan frente a sus afiliados, frente a quienes están obligados a defender a ultranza los fondos administrados. No hacerlo las haría pasibles de una “catarata de juicios”, pero esta vez de sus clientes.
El proyecto que ya llegó a Economía contempla también que quienes sí aceptaron la pesificación, por ejemplo la AFJP Nación, también podrían acceder a los nuevos papeles si les resultan más convenientes, ya que es evidente que menores tasas y plazos más largos involucrarán una pérdida del valor presente.