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“Siempre estamos en la cancha, aunque algún árbitro nos quiera bombear”, dijo ayer la presidenta Cristina Fernández, en clave mundialista y con destino a Nueva York, donde reside el juzgado de Thomas Griesa. En la presentación del plan Pro.Cre.Auto (ver nota principal), la mandataria criticó a las empresas automotrices por la suba de precios que aplicaron desde comienzos de año, que repercutió en la caída de las ventas, relacionó. También ponderó el acuerdo al que llegó en el sector de autos el gobierno argentino con su par brasileño. “Pudimos reducir el flex –coeficiente que limita el grado de desequilibrio comercial en el intercambio bilateral– hasta 1,5. Aunque nos hubiera gustado bajarlo más, lo logrado mejora nuestra posición, que es deficitaria con Brasil, y también va a contribuir a recuperar la producción de autos”, señaló.

El 60 por ciento del descenso automotor se explica por la situación de las exportaciones. Allí guarda especial relevancia el desempeño de Brasil, hacia donde se destina el 86 por ciento de las ventas externas. Sin embargo, el mercado interno del país vecino no está tan deprimido como reflejan las cifras de exportaciones argentinas. Allí los patentamientos acumulados entre enero y mayo cayeron 5,5 por ciento, y para los vehículos brasileños la baja fue de 4,7. Pero los envíos de autos argentinos bajaron un 24 por ciento. El gobierno nacional interpretó esta situación como una política deliberada de las fábricas del país vecino de optar por producción local. Por eso el gobierno argentino, días atrás, acordó con Brasil, en la prórroga de la Política Automotriz Común (PAC), aumentar la cuota de autos locales del 7,5 por ciento actual hasta el 11 por ciento.

La ministra de Industria, Débora Giorgi, puso números a los resultados que espera el Gobierno. Dijo que entre el plan anunciado ayer y el acuerdo con Brasil, “la producción de la industria nacional de autos estará en 750 mil unidades de aquí a junio de 2015”. A la hora de analizar las causas internas de la reducción de la producción automotriz, Giorgi acusó a las terminales de “haberse pegado un tiro en los pies”, a través de su política de precios. “Así que vale aclarar que con la baja de precios que contempla el Pro.Cre.Auto ninguna empresa pierde plata”, aseguró. También acotó que en el plano del financiamiento, “las terminales duplicaron el costo financiero y también acortaron los plazos de los créditos”.

En tanto, CFK consideró que entre Argentina y Brasil “tendríamos que generar una actitud común de asociación estratégica y de exigencia de integración y de inversión tecnológica a las terminales. Porque la mayor parte del valor agregado proviene de la producción de las autopartes con más contenido tecnológico”. Puso el ejemplo de países europeos que deslocalizaron sus terminales hacia el Este del continente y mantienen en sus fronteras la fabricación de las piezas centrales.