ECONOMíA › BRASIL CERRO LA FRONTERA A CARNES, QUESO Y LECHE
Admiten que volvió la aftosa
La confirmación oficial del surgimiento de un brote de aftosa en la ciudad salteña de Tartagal, cercana a la frontera con Bolivia, encendió la alarma en los países vecinos, que inmediatamente anunciaron la suspensión de las importaciones de carne provenientes de la Argentina. La reacción más dura fue la de Brasil, que por las dudas aprovechó la circunstancia para restringir también el ingreso de derivados como quesos y leche en polvo.
Las secuelas del tratamiento que recibió la crisis de la aftosa de 2001 todavía se hacen sentir. En momentos en que Argentina intentaba dejar atrás el estigma provocado por la anterior crisis y recuperaba lentamente sus mercados de exportación, las noticias sobre un nuevo brote en Salta –que habían trascendido días atrás, pero que recién ayer se confirmaron oficialmente– provocaron la inmediata reacción de los países vecinos. La reacción podría multiplicarse a otros importadores cárnicos y amplificar las seguras pérdidas millonarias que provocará la situación.
A diferencia de los tiempos de Antonio Berhongaray, desde la Secretaría de Agricultura se optó por aceptar la situación. No obstante, el secretario Miguel Campos se esforzó en minimizar el brote, que sólo habría afectado a “tres porcinos en la frontera con Bolivia”. Por lo tanto sólo impactaría a esta “microrregión” sin afectar “la situación sanitaria del resto del país”, afirmó el secretario.
Para Campos, “la comunicación del brote de aftosa en Salta a los organismos internacionales y a los países de la región fue interpretada como expresión de la transparencia y seriedad con que abordamos los temas sanitarios en el país”. El funcionario agregó que “se adoptaron todos los recaudos, estamos vacunando en anillo, fijamos zona de exclusión y no hay motivos para que el brote, limitado a una región que ya teníamos en emergencia sanitaria afecte al resto del país”, aseveró.
La existencia del brote de aftosa fue confirmada por un comunicado del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) en el cual se indicó que “los estudios seroepidemiológicos realizados en cerdos de la localidad de Tartagal, Salta, reaccionaron positivamente al virus de la fiebre aftosa”.
Para despejar cualquier suspicacia sobre la reaparición de la enfermedad y los cambios políticos producidos recientemente en el organismo sanitario, y que derivaron en la renuncia de su presidente, Bernardo Cané, la comunicación subrayó que “las lesiones observadas indican una antigüedad de más de 30 días”, es decir, que la enfermedad se habría manifestado en una etapa previa a la llegada de las nuevas autoridades, quienes recién asumieron el martes pasado. “Actualmente no hay animales que presenten signos clínicos de enfermedad aguda en el área”, completó el informe.
Aunque todos los vecinos oficializaron rápidamente restricciones y mayores controles para el tránsito de animales y vehículos provenientes de Argentina, las medidas más restrictivas fueron tomadas por Brasil, quien anunció que suspenderá “todas las importaciones de productos animales argentinos” incluso derivados que nada tienen que ver con la posible transmisión de la fiebre aftosa, como quesos y leche en polvo.
La embajada argentina confirmó que había recibido informes sobre esas disposiciones. “Pero estamos tratando de que no se apliquen porque es un brote que está controlado, y a Brasil se exporta solamente carne sin hueso”, dijo Fernando Urbani, agregado agrícola de la embajada.
Brasil está realizando grandes esfuerzos para extirpar la aftosa. Actualmente registra 140 millones de cabezas de ganado vacuno libre de aftosa, de un rodeo de 180 millones de animales, según anunció en marzo pasado la Oficina Permanente Internacional de la Carne.