El Gobierno reglamentó ayer la creación del Observatorio de Precios que depende de la Secretaría de Comercio. La intención oficial es interceder en las cadenas de valor para evitar una distribución inequitativa de la renta entre los distintos eslabones de la producción. Típicamente, esa situación se da en las economías regionales, en donde productores atomizados venden a bajos precios sus productos a las industrias con alto nivel de concentración. Ante eso, Comercio ya trabaja en el análisis de las cadenas de valor del vino, peras y manzanas, que inaugurarán el nuevo organismo. El Observatorio de Precios contará con un equipo de analistas fijos que trabajarán con los representantes del sector privado según cada cadena. El dictamen que emita no será vinculante, aunque servirá de sustento técnico para justificar las medidas que se apliquen.

El Observatorio quedó aprobado el 18 de septiembre del año pasado a partir de una ley que forma parte del paquete en el que se incluye la nueva Ley de Abastecimiento (llamada de Regulación de las Relaciones de Producción y Consumo), la creación del fuero del consumidor en la Justicia, la modificación de la Ley de Lealtad Comercial y de Defensa de la Competencia. En todos los casos, el Gobierno busca intervenir en el problema inflacionario y de distorsión de precios sin acudir a la vieja receta del ajuste fiscal o de contracción monetaria, que tienen impacto negativo sobre el empleo, los salarios y la actividad.

El Observatorio de Precios y Disponibilidad de Insumos, Bie-nes y Servicios estará formado por un representante de cada una de estas dependencias: Jefatura de Gabinete de Ministros; Ministerio del Interior y Transporte; Industria; Agricultura; Planificación; Ciencia y Tecnología, y Economía. También contará con tres representantes de las asociaciones de usuarios y consumidores y con un “coordinador ejecutivo” propuesto por la Secretaría de Comercio. Todos conformarán una mesa de trabajo que emitirá informes técnicos para cada sector.

Desde el equipo económico informaron a este diario que la semana que viene se realizará la convocatoria formal para que comience a funcionar el Observatorio. Se conformarán mesas para cada cadena de valor bajo análisis, en donde los funcionarios con cargo “fijo” en el organismo serán acompañados por representantes privados según el sector. Las primeras mesas en avanzar serán las de vitivinicultura, peras y manzanas.

No es que falte información sectorial, mucho menos si el que la necesita es el Estado. El punto del Observatorio de Precios es que le va a permitir a la Secretaría de Comercio tener un apoyo técnico (y, sobre todo, político) de relevancia antes de tomar las medidas concretas para impedir maniobras que limiten la competencia en el mercado o promuevan la apropiación desigual de la renta a lo largo de la cadena. “Un sustento técnico multidisciplinario, público y privado para la aplicación de medidas”, indican fuentes oficiales consultadas.

El nuevo organismo podrá solicitar todo tipo de documentación relativa al giro comercial de las empresas, la estructura de costos, la rentabilidad y la relación con los competidores. “Toda la información y documentación aportada por las empresas tendrá carácter reservado y confidencial”, aclaró la reglamentación publicada ayer, aunque la confidencialidad “no abarcará los precios de venta y la disponibilidad de insumos, bienes y servicios cuya publicación total o parcial podrá ser dispuesta por el secretario de Comercio mediante resolución fundada”. Otra norma cuya aplicación verá novedades en el corto plazo es la que creó el fuero del consumidor, que en febrero comenzaría, de a poco, a funcionar a través de la mediación obligatoria entre usuarios y empresas.