La Sociedad Rural, CRA y Coninagro comenzaron a las cero de hoy un nuevo lockout, sin la participación de la Federación Agraria, que decidió iniciar un proceso de negociación con el gobierno nacional. Su ex titular Eduardo Buzzi, ahora devenido candidato a gobernador santafesino por el Frente Renovador, afirmó que “los federados de la Pampa Húmeda acatarán la medida de fuerza”. Con esta afirmación, el ex dirigente rural dejó entrever que su foco de interés, durante su gestión, estuvo puesto en la “rentabilidad sojera”, en coincidencia con los postulados de la Mesa de Enlace. En siete años de existencia, ese nucleamiento rural poco fue lo que consiguió para sus representados. La FAA tuvo en sus manos la posibilidad de conseguir políticas diferenciadas para los pequeños productores, pero Buzzi optó por su alianza con la Mesa de Enlace.

“La nueva conducción de FAA hizo un voto de confianza a una gestión que demostró ser anticampo, mentirosa, hipócrita, con un relato mentiroso. Esto no será compartido por las bases más importantes de la FAA, de Santa Fe, Buenos Aires y Córdoba”, sostuvo Buzzi.

El ex presidente de la entidad federada dejó su cargo tras catorce años de reelecciones. En su reemplazo llegó Omar Príncipe. Buzzi lo había puesto como “su delfín”, pero en poco más de tres meses la nueva conducción tomó la decisión de alejarse de la Mesa de Enlace y plantearle al Gobierno un conjunto de reivindicaciones de los pequeños y medianos productores. “Estamos en un plan autónomo para pedirle al gobierno nacional que segmente retenciones. Yo no escucho que las otras entidades pidan por eso, y mucho menos escucho a la Sociedad Rural pedir por este reclamo histórico”, sostuvo Príncipe.

Para Buzzi, los acuerdos recientes entre la actual FAA y el Gobierno son “pequeñas cositas”. En particular, calificó así los 30 centavos que recibirán los tamberos por litro de leche durante un período de tres meses. La medida está destinada a quienes produzcan hasta 2900 litros diarios, es decir el 85 por ciento del total de tambos.

“Hay que resistir a este gobierno, habida cuenta de que falta poco para que otra experiencia política gobierne la Argentina. Con la cuestión inflacionaria, los altos costos, la presión tributaria, no se puede producir”, argumentó Buzzi, pese a que este año la cosecha será record (ver aparte).

La SRA, CRA y Coninagro comenzaron un nuevo lockout el mismo día, pero siete años después, de que el Gobierno presentara la resolución 125. La experiencia parlamentaria de esa iniciativa produjo una amplia cantidad de modificaciones en el sentido de la segmentación de retenciones y el subsidio a los productores alejados de los puertos. Las negociaciones incluyeron también la modificación de la ley de arrendamiento. En vez de profundizar esos lineamientos surgidos del debate parlamentario, Buzzi optó por su alianza con la Mesa de Enlace.

Sobre aquel conflicto de 2008, Buzzi reinterpretó, a través de Twitter: “Dimos una tregua de 30 días para permitir que su gobierno @CFKArgentina corrigiera la 125, para que no nos dijeran destituyentes. Lejos de querer voltear a un gobierno, dimos las condiciones para que recapacitaran. A cambio, desde Olivos se planteó que al campo había que ponerlo de rodillas”, escribió el ruralista.