El ministro de Economía, Axel Kicillof, sostuvo ayer que la aplicación del Impuesto a las Ganancias a la cuarta categoría debe ser defendida por ser un tributo de carácter progresivo. El funcionario detalló que ese gravamen afecta a menos del 10 por ciento del universo de trabajadores, aunque aseguró estar abierto a escuchar propuestas sobre la tasa y la escala del impuesto para eventualmente modificarlas. La eliminación de Ganancias sobre los salarios es un reclamo de sectores gremiales, entre los que se encuentran los sindicatos del transporte, que el próximo martes llevarán a cabo un cese de actividades para presionar por una suba del mínimo no imponible. “Es un problema de un subconjunto pequeño”, aseguró el ministro. El funcionario también desacreditó las estimaciones privadas sobre los índices de pobreza e indigencia, que el Indec dejó de publicar hace un año por problemas de empalme estadístico con la nueva medición del índice de precios. Kicillof afirmó desconocer hoy el número de pobres y calificó de “estigmatizantes” este tipo de mediciones, tras lo cual insistió en que existen otros índices más serios para obtener el dato.

En declaraciones radiales, el titular del Palacio de Hacienda aseguró que es mentira el crecimiento de la pobreza que alega la oposición. “Es muy difícil decir que la pobreza ha crecido enormemente. Para hacer una medición hay que tomar canastas a lo largo y a lo ancho del país. La oposición mide los precios como se le canta y dice: hoy hay 300 pobres más. Eso es mentira”, desacreditó. “Este gobierno hizo un gran gasto social, que para nosotros es inversión, y además tiene un efecto económico”, agregó el funcionario. “En la oposición hay falta de franqueza. Siento mucho olor a nostalgia de los ’90, hay muchos de esos economistas que en los ’90 estaban aplaudiendo de pie. Si ellos creen que incluir jubilados, la Asignación Universal, es gasto social y hay que eliminarlo, que lo digan porque eso es lo que se necesita, saber qué piensan hacer con el país”, agregó.

La medición de la pobreza es un reclamo de la oposición luego de que el año pasado, junto con la creación del Indice Nacional de Precios al Consumidor IPCNu, se cancelara su difusión por “problemas de empalme, metodológico y de actualización”. Al ser consultado sobre este tema, el ministro reiteró “los problemas de hacer homogénea la serie”. “Hacerla nacional lleva más tiempo, y cuando esté, se va a publicar”, aseguró. “Con el índice que se creó en los ’90 estaba mal medida, muy localizada y cruzada con ingresos medidos con otros criterios. La estimación más importante es la del censo, que es una medida estructural”, explicó el ministro, quien también enumeró otros indicadores sobre la situación social como el índice Gini, el de pobreza estructural y el de apropiación de la riqueza. En cuanto a la cantidad de pobres dijo “que es una pregunta complicada”. “No tengo el número de pobres. Considero que es una medida estigmatizante. Hay otros índices como el Gini para medirlo”, insistió.

“Mirá si este gobierno va a ocultar los pobres. Este gobierno hizo un trabajo muy fuerte cuando sacamos lo que (la oposición) llama despectivamente planes sociales. Creemos que hay un reconocimiento de derechos y además tiene un efecto macroeconómico muy importante”, afirmó el ministro. Aseguró que “hubo una desaceleración muy fuerte” de los precios, y observó que “incluso el índice Congreso pasó de 6 a 1,48 por ciento” mensual. “Para mí, metodológicamente ese índice (el de Congreso) no existe, pero así y todo tuvieron que reconocer una desaceleración de 25 por ciento”, afirmó.

Sobre el tema de Ganancias, sostuvo que “es un impuesto que hay que defender porque es progresivo”. “Pero hay algunos que lo atacan, que dicen que es un impuesto al salario, creo que esa discusión ya fue. Es un porcentaje mínimo, es el primer decil el que lo paga”, dijo. “Pero si la cuestión es la tasa y la escala del impuesto, se escucharán propuestas y veremos, porque no es el Poder Ejecutivo el que tiene en su potestad modificarlo por decreto, es una discusión parlamentaria”, sostuvo el titular de Hacienda. Para Kicillof, “se ha armado una especie de fetiche con el Impuesto a las Ganancias. De los trabajadores registrados los que pagan el impuesto son el 11 por ciento. Si se suma a los no registrados, la proporción baja a 8 por ciento”. “Puede ser una preocupación (para esos trabajadores), pero los impuestos tienen una razón de ser: mantener el funcionamiento del Estado”, concluyó el ministro.