La empresa Metalmecánica, del Grupo Techint, despidió a 84 trabajadores y a días de que termine la conciliación obligatoria, los puestos de trabajo están en peligro. La situación presenta cierta similitud con el reciente conflicto laboral en Siderca, la planta de Techint en Campana, donde fueron despedidos 189 trabajadores que rápidamente se reincorporaron bajo un esquema de suspensiones que ya estaba vigente. La situación económica que justifica esta estrategia agresiva de la empresa es la caída del mercado petrolero, aunque los números de los balances contables muestran que, más allá del deterioro del resultado en 2015, la compañía ha obtenido ganancias altas y estables durante los últimos años.

Metalmecánica es una planta controlada directamente por Tenaris, que tiene varias fábricas en el mundo, entre las cuales está Siderca, en la ciudad de Campana. Siderca fabrica tubos sin costura para la industria petrolera y Metalmecánica provee las varillas de bombeo, cuplas y accesorios para la extracción de petróleo. Tanto Metalmecánica como Siderca redujeron su ritmo de producción durante los últimos meses a causa de la caída de la demanda de las petroleras, en el contexto de derrumbe del precio del petróleo, de 105 a 37,50 dólares en el último año y medio.

La baja del precio del petróleo motivó que las petroleras a escala global despidieran en el último año a 250 mil trabajadores y redujeran al mínimo sus inversiones. Eso impactó en el nivel de actividad de las plantas de Tenaris. Siderca redujo su producción de 90 a 30 mi toneladas. En tanto, la empresa Metalmecánica, controlada por Tenaris, achicó la producción de su planta en Villa Mercedes, San Luis, un 30 por ciento.

Los 300 trabajadores de la planta de Metalmecánica afiliados a la UOM estuvieron de mayo a octubre con suspensiones rotativas durante las cuales a los obreros suspendidos se les reconocía el 85 por ciento del salario. Con el vencimiento del acta de suspensiones, el 30 de noviembre la empresa despidió a 84 trabajadores, que contaban en general con muchos años de antigüedad en la planta. El gremio pidió la conciliación obligatoria al Ministerio de Trabajo de San Luis y la empresa acató. A partir de allí hubo tres audiencias en la cartera provincial sin mayores novedades. Por ahora, los telegramas de despido se mantienen en pie así como también los retiros voluntarios.

“Estamos cerca de que caiga la conciliación obligatoria y todo indica que la empresa apunta a mantener firme su política de despidos. Nosotros queremos retomar un plan de suspensiones que contenga a todos los trabajadores y que nadie quede en la calle”, señaló a Página/12 Víctor Gómez, integrante de la comisión interna de trabajadores de Metalmecánica. La próxima audiencia prevista entre la empresa y el gremio es el 29 de diciembre, día en el que vence la conciliación obligatoria, que puede extenderse cinco días hábiles, hasta el 8 de enero.

En Siderca, en la negociación de la renovación del acta de suspensión que se mantiene desde abril, la empresa despidió el jueves pasado a 189 trabajadores, que al día siguiente reincorporó. La UOM acordó en el Ministerio de Trabajo renovar las suspensiones por el 80 por ciento del salario, aunque los reincorporados no volvieron a realizar sus tareas regulares de planta.

Los números de Tenaris (dueña de Siderca y de Metalmecánica) dan cuenta este año del contexto internacional adverso. En sus operaciones a nivel global, en nueve meses perdió 29 millones de dólares, cuando el año pasado a esa altura la empresa anotaba una ganancia de 934 millones de dólares. Sin embargo, el panorama cambia si se analiza la evolución de las ganancias durante los últimos años. En 2010 el ingreso neto de Tenaris fue de 1141 millones de dólares; en 2012, de 1701 millones; 2013, de 1574 millones, y en 2014, de 1181 millones de dólares. Entre 2010 y 2014 las ganancias representaron alrededor del 15 por ciento de las ventas netas de la empresa. Metalmecánica está instalada en Villa Mercedes hace 29 años. Durante 25 años gozó del esquema de promoción industrial de San Luis, que redujo la carga tributaria del Impuesto a las Ganancias e IVA.