Juan Manuel Rey es un hombre de paz y fuertes convicciones. En agosto de 2005 sufrió la muerte de su hijo, Juan Pablo, un artista de circo que sólo tenía 25 años. Para homenajearlo creó la ONG Hazmerreír, que desde entonces realiza festivales solidarios del que participan cientos de artistas; parte de lo recaudado es destinado a obras comunitarias. Hace un par de días, en una avanzada más de los grupos neonazis en Mar del Plata, le pintaron una cruz svástica en la fachada de su librería, Keops, una de las más conocidas de la ciudad. “Vamos a hacer lo mismo que hicimos a fines de noviembre, cuando les pintaron inscripciones nazis a los chicos de Estrategia Social del Sur: vamos a taparlas con un mural para responder con arte a la violencia.” Esta semana, por segunda vez en quince días, también aparecieron svásticas en el frente de la Sociedad Teosófica de Mar del Plata, un grupo religioso con sede en Falucho 3813.

Las pintadas en la librería Keops, en Avellaneda e Independencia, aparecieron este lunes. “Ya hicimos la denuncia judicial ante la Fiscalía Federal, pero también estamos esperando una respuesta del actual gobierno municipal, una respuesta acorde con la gravedad de los casos que vienen ocurriendo, porque estos grupos son muy violentos; además de las pintadas les han pegado a tres chicos gays y a pibes que participan en actividades sociales”, recalcó Rey en diálogo con Página/12.

Para no quedarse sólo en el lamento y en la denuncia, adelantó que las pintadas nazis en Keops “van a ser tapadas con un mural, con arte, como hicimos a fines de noviembre en la sede de Estrategia Social del Sur”, en España 1214, donde se hizo un festival en desagravio y donde la ONG Hazmerreír “financió el mural aportando artistas y pintura”. Rey destacó que la gente de Estrategia organiza talleres y actividades culturales para chicos del barrio. Lamentó que en las pintadas nazis hayan participado “algunos pibes que estuvieron en esos talleres y a los que evidentemente les han lavado la cabeza”.

Rey coincidió con los que afirman que “hay muchos más hechos de violencia cometidos por estos grupos (neonazis), pero la gente tiene mucho miedo y por eso no hace la denuncia”. Lo que ocurre, sostuvo, es que “estas personas, que no son muchas, son muy violentas y viven cerca de los lugares en los que hacen pintadas y protagonizan hechos de violencia, de manera que la gente tiene mucho miedo”.

Sobre la postura de Hazmerreír frente al ataque, anticipó que van a seguir “en lo mismo de siempre, acompañando a las Madres de Plaza de Mayo, realizando tareas sociales en favor de la educación, de los niños, de los ancianos”. El grupo de artistas, multifacético, ayudó con su aporte a construir una escuela en la aldea de Aguai Poty, en Misiones, donde está asentada una comunidad de origen guaraní. Ahora están trabajando en Mar del Plata, en la reconstrucción y ampliación del Hogar de Ancianos municipal ubicado en 12 de Octubre y Cerrito, en la zona del puerto.

“Le estamos cambiando la cara a un lugar emblemático que parecía una cárcel; lo estamos convirtiendo en un hogar de puertas abiertas a la comunidad y además de pintar las instalaciones originales, estamos construyendo habitaciones nuevas, con baño privado, televisión plasma, aire acondicionado, para hacer más confortable un espacio que ocupa una manzana entera y para el que ya hemos comprado los sanitarios y los materiales para la construcción en seco de las obras de ampliación”.

El grupo Hamerreír hace actuaciones “a la gorra”, pero también en grandes escenarios nacionales, en algunos casos en colaboración con el empresario teatral Carlos Rottemberg; también organiza giras internacionales. “Esta es la forma que tenemos de enfrentar los problemas, pero creemos que se necesita una acción firme del actual gobierno municipal, porque estos grupos (neonazis) son muy peligrosos y violentos. Pintar una svástica no es lo mismo que pintar ‘Viva Boca’ o ‘Viva River’”.

Las pintadas nazis también aparecieron, por segunda vez en quince días, en la fachada de la Sociedad Teosófica de Mar del Plata, en Falucho 3813. El nuevo “escrache” se hizo por medio de cruces svásticas, incluso mal pintadas, con trazos gruesos y deliberadamente confusos, como parece ser la modalidad de los grupos relacionados con Carlos Pampillón, el líder visible de la organización. Pampillón acumula denuncias en su contra por actos de violencia y pintadas discriminatorias contra organismos de derechos humanos y la comunidad boliviana.

El primer ataque contra la Sociedad Teosófica se produjo en la primera semana de diciembre y los miembros de la organización religiosa se encargaron de tapar las pintadas, que hace dos días reaparecieron. Martín Zacchi, miembro del grupo, se mostró “preocupado” por lo sucedido. “Lamentablemente no hay cámaras de seguridad en la zona donde estamos, por lo que no pudimos identificar a los autores”, dijo Zacchi en declaraciones a la prensa marplatense.

Recordó que “junto con otros integrantes de la Sociedad limpiamos todo, pero la verdad es que estamos muy preocupados porque en este momento no sabemos quién nos puede amparar en caso de que ocurran hechos más graves”. La preocupación general, entre las personas o instituciones que son blanco de los ataques neonazis, se incrementó con la asunción del nuevo intendente de Cambiemos, Carlos Fernando Arroyo, ex funcionario de la dictadura militar y señalado como cercano a los grupos que lidera Carlos Pampillón.