Los ministros de Cultura, Pablo Avelluto, y Producción, Francisco Cabrera, anunciaron ayer el levantamiento de los controles a la importación de libros. Los funcionarios aseguraron a través de un comunicado que “la medida apunta a promover la pluralidad de voces y democratizar el acceso a libros del extranjero, con el objetivo de fortalecer el vínculo cultural con la región y el exterior”. La principal consecuencia del anuncio, en el que se permitirá acceso irrestricto a publicaciones de afuera sin contemplar si podían o no imprimirse en el país, es la menor producción de los establecimientos locales y, por tanto, la pérdida de empleo. Cabrera, a contramano de lo que asegura cualquier manual de comercio exterior acerca de cuál es la ventaja de la protección de importaciones, aseguró que la apertura será un estímulo a la producción local. “La restricción además de aislarnos hizo caer la industria editorial. El libro tiene un enorme valor cultural, pero además genera miles de empleos calificados que queremos promover: autores, editores, correctores, ilustradores y diseñadores argentinos, entre otros. Queremos que desa- rrollen su talento, en comunicación con el mundo”, cerró.