El ex candidato presidencial del Frente Renovador, Sergio Massa, será el acompañante opositor que el presidente Mauricio Macri llevará como prenda de “previsibilidad y confianza” del nuevo gobierno ante el Foro Económico Mundial, que todos los años reúne en el suizo Monte de Davos a líderes políticos y de las principales compañías internacionales para definir las líneas del rumbo económico global. El objetivo que dijo tener Macri es atraer inversiones, una propuesta a la que el ex candidato presidencial de UNA se plegó y definió en términos deportivos. “Yo no voy a acompañar al Presidente representando a mi partido: voy a acompañar al Presidente para tratar de que los dos, con la camiseta argentina, podamos conseguir inversiones para generar trabajo para la Argentina”, sostuvo públicamente Massa tras confirmar que aceptó el convite presidencial.

“Sergio Massa ha aceptado acompañar, lo cual valoramos mucho”, dijo el jefe de Gabinete, Marcos Peña, al anunciar la novedad durante una rueda de prensa en Casa Rosada. Peña no obvió destacar como “un gesto importante” que Macri realice el viaje al país europeo “con un dirigente opositor que está planteando una agenda de disidencias”. Desde Cambiemos argumentaron que la invitación a Massa corresponde a la idea “concurrir a este tipo de reuniones como Estado y no sólo como gobierno”.

El jefe de Gabinete fue el encargado de trasmitir la invitación oficial a Massa. El ex candidato aceptó desde Pinamar, donde disfrutaba de sus vacaciones, y que luego confirmó tras una ronda de consultas que ciñó a su socio político en UNA, el ex gobernador cordobés José Manuel de la Sota, y al jefe de sus equipos técnicos, el ex ministro Roberto Lavagna.

El tema había sido motivo de conversación en la charla que Macri tuvo con Massa cuando éste abrió las puertas de su despacho presidencial a quienes fueron sus adversarios en la disputa por llegar a la Casa de Gobierno. Allí, Macri le había comentado al ex intendente de Tigre su intención de compartir con dirigentes opositores algunas de sus giras por el exterior. También se lo comentó a Daniel Scioli, pero después al Presidente no le habrían caído bien las críticas del ex gobernador bonaerense a sus primeras medidas de gobierno. Por eso, ahora Massa será el primer acompañante presidencial en su viaje de tres días –del 20 al 23 de enero– a Davos. Ayer, en el entorno del diputado no confirmaban si Massa viajará acompañado de algún integrante de su equipo económico. Algunos de ellos estaban en contacto con funcionarios nacionales para intentar “acordar propuestas” y que la presencia de Massa en Suiza no fuera sólo testimonial.

“Es una misión para la Argentina, para conseguir inversores, para generar trabajo, para generar una inversión que frente la inflación, que es un problema muy serio que tiene la Argentina”, dijo Massa en una entrevista radial. “Los precios hoy se están desmadrando y tenemos que tener la responsabilidad de poner el tema de los precios sobre la mesa como uno de los temas de la agenda”, agregó para intentar remarcar su rol opositor.

Desde el entorno de Massa, afirman que la aceptación del viaje a Suiza es parte de su estrategia de “mostrarse como un opositor racional” y que “nos es destructivo como el kirchnerismo”. “Massa planteó en la campaña electoral la necesidad de conseguir inversiones para la Argentina. El hecho de que sea un líder opositor que va a Davos acompañando al Presidente es una demostración de previsibilidad y compromiso del país frente a los inversores extranjeros”, agregaron ante Página/12.

“Nuestra decisión política no es cogobernar”, respondieron ante la consulta de este diario si la decisión de viajar a Davos no diluía el papel opositor de Massa. “Nosotros tenemos en la agenda temas propios como el combate a la inflación, el 82 por ciento móvil para los jubilados y la eliminación del Impuesto a las Ganancias a los trabajadores”, sumaron para mostrar algunas de las cuestiones que lo separan del gobierno macrista. Pero también destacaron que su posición es de “prudencia” y que comparten la propuesta de “abrir la Argentina al mundo” y “no cerrar las puertas a los foros internacionales de inversión”. El PRO y el Frente Renovador ya habían hecho un acuerdo político en la provincia de Buenos Aires que dejó al massista Jorge Sarghini como presidente de la Legislatura.