Cambiemos va hoy por el dictamen en el plenario de comisiones de la Cámara de Diputados para eliminar las leyes Cerrojo y de Pago Soberano que buscará aprobar el jueves –a más tardar el viernes– en el recinto, como primer paso para sortear las exigencias del juez neoyorquino Tomas Griesa que le permita sellar el pago de la deuda que reclaman los fondos buitre. La alianza oficialista confía en que reunirá el quórum y los votos necesarios para derogar las leyes y el macrismo se mostró dispuesto a hacer algunas modificaciones en el texto original para vencer algunas resistencias en los bloques opositores a la hora de votar. A pesar de los cuestionamientos a los “vacíos legales” que deja abiertas amenazas de futuros litigios y a la idea de redactar un dictamen propio, el interbloque de Unidos por una Nueva Alternativa (FUNA) que encabeza el massismo aportará sus diputados para abrir el debate, lo mismo que el Bloque Justicialista (BJ). Bloques de centroizquierda, como el socialismo, Proyecto Sur y Libres del Sur sumarían al quórum aunque votarían diferente. De la vereda opuesta queda el Frente para la Victoria, que adelantó que no dará quórum, pero sí debate si el oficialismo lo consigue y afronta presiones de gobernadores para que bajen al recinto. El Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) tampoco facilitaría el número al oficialismo para sesionar.

“Cambiemos está dispuesto a discutir algunos de los cambios en la letra fina que pueden mejorar el apoyo político al proyecto sin modificar la sustancia”, señaló el macrista Luciano Laspina, que preside la comisión de Presupuesto que encabeza el plenario en la Cámara baja. Una muestra de que la confianza oficialista necesita todavía de algunos retoques para garantizar el acompañamiento de los bloques opositores que reclaman alguna moneda de cambio para levantar la mano en el recinto.

El massismo se convirtió en un aliado fundamental para que el Gobierno alcance el objetivo de saldar la deuda que los fondos buitre reclaman en los tribunales estadounidenses. Sergio Massa está convencido de respaldar la iniciativa pero los cuestionamientos de sus propios diputados sobre los “vacíos legales” del acuerdo que podrían desatar otra catarata de demandas judiciales lo obligó a declarar que “no dará un cheque en blanco”. Aunque también reclama que “el endeudamiento sea sólo para obra pública”, buscando despegarse de costos políticos futuros. Habrá que ver hasta dónde está dispuesto a ceder el Gobierno, para sumar los votos de FUNA que de todas maneras sentará a sus diputados en sus bancas para el quórum.

Desde el cismático BJ, que rompió la bancada del FpV, afirmaban que hoy antes del plenario definirían su postura sobre el voto, pero ya le prometió el oficialismo que sentaría a sus diputados para garantizarle el quórum para sesionar.

Socialistas y GEN darían quórum y hasta acompañarían el proyecto. Mientras que Libres del Sur y Proyecto Sur debatían la posibilidad de dar quórum aunque votarían en contra.

El FpV buscaba ayer aliados en un rueda de consulta con distintos bloques opositores para intentar armar la resistencia al acuerdo con los buitres que incluyera retacear el quórum al oficialismo. Aunque desde las provincias algunos gobernadores peronistas presionaban para que sus diputados en el FpV bajaran al recinto para facilitar la apertura del debate y hasta acompañar con el voto el proyecto oficial. En esa lista se anotaron el ex gobernador misionero y actual diputado Maurice Closs y el flamante mandatario entrerriano Gustavo Bordet.

El FIT ya se pronunció en contra del acuerdo con los fondos buitre y tampoco facilitaría el quórum, aunque todavía no hubo pronunciamiento conjunto de las fuerzas que lo integran sobre este último punto.

Con 84 diputados propios (PRO, UCR y CC), Cambiemos confía en sumar a los 31 de FUNA y los 17 del BJ: 134, que con asistencia perfecta alcanzan a superar los 129 necesarios para alcanzar el quórum y la mayoría de la Cámara baja. Ayer por la noche, los operadores del Gobierno trabajaban en acuerdos y concesiones para fidelizar esos votos aliados que le garanticen el triunfo parlamentario en Diputados para empezar a pensar la estrategia que adoptarán en el Senado.