El grupo Alpargatas no renovó los contratos de 48 trabajadores en su planta de Tucumán. Junto con la reducción de personal, la firma suspendió la producción en dos fábricas emplazadas en Catamarca y, según advirtieron desde la Asociación Obrera Textil, analiza adelantar vacaciones en una de sus empresas radicadas en La Pampa. La compañía controlada por capitales brasileños forma parte de las empresas líderes que firmaron el compromiso corporativo impulsado por el Gobierno de Mauricio Macri para frenar los despidos durante 90 días. Las ventas de calzados de la empresa que comercializa las marcas Topper, Mizuno y Rueda se desplomaron un 50 por ciento en lo que va del año. La caída en el consumo privado y el desplazamiento de producción local por importaciones figuran entra las principales causas del comportamiento en la facturación de la firma que se reproduce en todo el sector.

“Seis meses atrás, la empresa contrató 55 compañeros y ahora, a fin de junio cuando venció el contrato, no se lo renovó a 48. Adentro de la empresa quedaron solamente siete trabajadores”, explicó ayer el secretario general del Sindicato de Empleados Textiles (Setia), Mauricio Anchava, al referirse a la situación de la planta tucumana del Grupo Alpargatas. “La retracción del mercado y el ingreso de importados hicieron caer las ventas y no quieren acumular stock; por eso abrieron un registro de retiros voluntarios, cortaron horas extras, suspendieron turnos los sábados. Hasta ahora en la empresa despidieron personal estable pero no renovaron los contratos a algunos trabajadores temporarios. Dicen que en agosto se solucionan los problemas. Así empezaron los noventa, nosotros no nos vamos a quedar cruzados de brazos”, expresó a este diario el secretario general de la Asociación Obrera Textil (AOT), José Listo.

Por su parte, la subsidiaria del grupo Calzados Catamarca suspendió por tres semanas a los 311 obreros de la plantilla que ya se vio reducida porque el mes pasado 57 trabajadores optaron por la oferta del retiro voluntario. “La razón es que no hay ventas”, señaló José González, titular del gremio en Catamarca, al advertir que el Grupo Alpargatas está realizando ajustes en las cinco provincias donde están localizadas sus plantas. “Es muy complicado para el trabajador seguir perdiendo días de trabajo, porque además de correr riesgo la fuente laboral pierden algunos incentivos que se pagaban, lo que torna la situación personal y familiar de cada uno de los obreros muy difícil”, indicó González.

El secretario general de la AOT en La Pampa, Nerio Medina, indicó que Calzar anunció la suspensión en forma progresiva desde el 11 de julio a sus 360 operarios. “Al no vender los productos, no quieren acumular stock, y especulan a ver si mejora”, declaró Medina. “Llegamos a este acuerdo para que no sufra el bolsillo del trabajador. Veremos hasta dónde podemos aguantar. Si no hay una reactivación inmediata, evaluaremos las medidas a tomar”, sostuvo el gremialista.

“Nosotros como empresarios queremos comprometernos a no reducir nuestro plantel de empleados durante al menos los próximos noventa días”, expresaba uno de los pasajes más contundentes del acuerdo presentado el 9 de mayo en la Casa Rosada. Fue firmado por representantes de Alpargatas, Techint y FIAT, entre otros grandes grupos económicos. El cumplimiento del laxo “Compromiso por el empleo” –reemplazo oficial para la vetada ley antidespidos–, no exhibe los resultados prometidos: los datos del sistema previsional muestran que desde diciembre se destruyeron 84 mil puestos de trabajo registrados.

Además del impacto de la inflación sobre el poder adquisitivo que golpea sobre la producción de calzado y otros bienes de consumo, en esos sectores de mano de obra intensiva se observa un fuerte incremento de las importaciones. En mayo el ingreso de calzado del exterior creció 46 por ciento, una dinámica solamente superada por las importaciones de marroquinería (83%) y juguetes (53%).