El titular de la AFIP, Alberto Abad, ordenó blindar un vehículo Volkswagen Vento en el que se suele movilizar habitualmente y que forma parte de la flota del organismo. A raíz de esa decisión, a comienzos del mes pasado, se realizó una licitación privada y le asignó la tarea a la concesionaria Dietrich S.A., propiedad del padre del ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, que presupuestó 350.246 pesos. Página/12 consultó ayer por la tarde a fuentes de la entidad oficial, quienes justificaron la decisión por motivos de seguridad y quedaron en confirmar los detalles de la licitación. Horas más tarde, sin embargo, se informó a este diario que decidieron dar de baja el contrato por los vínculos de la concesionaria con el ministro de Transporte.

Por la mañana, este diario había podido comprobar en la web del organismo que la operación se había realizado a través de la orden de compra 4500015441, pero luego de consultar a fuentes de la entidad para chequear la información la orden de compra desapareció de internet. Al volver a consultar, desde la AFIP explicaron que primero se había decidido avanzar con la contratación de Dietrich S.A. porque había presentado la oferta más económica, pero el servicio jurídico detectó la existencia de “inelegibilidad” para contratar a esa concesionaria debido al artículo 54 de la disposición AFIP 297/03. Ese artículo establece en el inciso b que se rechazarán ofertas de personas físicas o jurídicas cuando se encuentren vinculadas “por lazos de parentesco hasta el tercer grado de consanguinidad o segundo de afinidad con personas comprendidas en causales de inhabilidad para contratar con este organismo”. El parentesco del ministro Guillermo Dietrich con el titular de la concesionaria homónima es público, pero la AFIP informó que el contrato recién se dio de baja el martes pasado, “siendo consecuencia de tal revocación, la aplicación de penalidades a la firma y en su caso la detracción de las utilidades del servicio que eventualmente ya se hubiera ejecutado”. Fuentes de la entidad aseguraron que la decisión inicial de avanzar con la contratación había sido de personal de seguridad y administración que no contemplaron el problema potencial que se avecinaba.