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El Banco Central disminuyó ayer la tasa de Lebac de corto plazo en 25 puntos básicos, para ubicarla en 30 por ciento anual. En la entidad indicaron que las expectativas de inflación para los próximos meses tuvieron un incremento, pero que los relevamientos de precios de julio arrojan “una caída significativa” de la tasa de inflación, por lo que se tomo la decisión de volver a disminuir el rendimiento de las Lebac. Pese a la baja, hubo un fuerte interés por colocar letras del Central y la institución adjudicó 93.600 millones de pesos, cifra que alcanzó para renovar los vencimientos por 76.385 millones y permitió una contracción de la base monetaria de 13.651 millones. El dólar retrocedió 11 centavos y cerró a 15,15 pesos, mientras que las reservas quedaron en 32.617 millones de dólares, al retroceder 11 millones. La autoridad monetaria no tuvo participación en el mercado cambiario.

“Los datos del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) muestran que las expectativas de inflación mensual para los próximos meses subieron alrededor de 0,1 por ciento, al ubicarse en 1,7 por ciento para el cuarto trimestre, por encima del objetivo de la autoridad monetaria del 1,5 por ciento”, mencionaron en el organismo a cargo de Federico Sturzenegger. “Sin embargo, todos los indicadores y estimaciones de fuentes estatales y privadas que sigue la autoridad monetaria dan cuenta de baja significativa en la inflación de julio, en línea con las señales emitidas por indicadores de alta frecuencia. Esto indica que el proceso de desinflación continúa su curso. Teniendo en cuenta esta información, se consideró apropiado reducir la tasa de política monetaria en 25 puntos básicos a 30 por ciento, y en la misma línea la tasa de pases”, agregó.

En el organismo se mostraron confiados con la idea de que los precios desacelerarán fuerte en la segunda mitad del año y que en julio se marcará por primera vez una suba mensual inferior al 2 por ciento. La caída de la actividad económica, aunque no lo hacen explícito, es lo que consideran que estaría ayudando a frenar el proceso inflacionario. El Relevamiento de Expectativas del Mercado de julio arrojó que este año el PIB bajará 1,5 por ciento, cuando en junio la proyección era de -1,4.

La puja distributiva para el próximo año, en que se disputan elecciones y el Gobierno ya adelantó que busca un programa de reactivación a través del gasto público, es uno de los elementos que lleva al mercado a desconfiar del optimismo del Banco Central. Las expectativas de consultores respecto de la inflación comenzaron a incrementarse y en los informes de la City circula que los precios no bajarán del 30 por ciento para 2017.