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Los llamados desde la Casa de Gobierno se cursaron anteayer por la tarde. Algunos empresarios se sorprendieron, y otros tuvieron que suspender sus vacaciones y regresar a la Capital. Los convocaba el Presidente. Néstor Kirchner se reunió ayer durante algo más de una hora con los máximos directivos de empresas líderes de la Argentina para ponerlos al tanto de la negociación de la deuda. Y si bien los hombres de empresa manifestaron que es “un proceso muy difícil”, respaldaron al Gobierno en su estrategia frente a los acreedores.
Para el Ejecutivo, el encuentro tuvo dos objetivos. El primero, dar una señal de cohesión interna en vísperas del arribo de una nueva misión del Fondo Monetario. El apoyo de los empresarios de mayor peso aparece, entonces, como un gesto político contundente. El segundo punto fue tratar de involucrar al establishment en la discusión de la deuda, en medio de los tironeos y las presiones surgidos por la negociación de la deuda.
El presidente de la poderosa Asociación de Empresarios Argentinos, Luis Pagani, dio cuenta de esta situación. “El Presidente ha sido muy claro. Nos transmitió tranquilidad porque tiene bien definido cuál va a ser la estrategia y el rumbo para que definitivamente el problema de la deuda, que aquejó durante tantos años a la Argentina, sea resuelto para siempre.” Durante la conferencia de prensa, Pagani estuvo acompañado por los funcionarios que participaron del encuentro: el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el ministro de Planificación, Julio De Vido. Entre los empresarios también estuvieron Gerardo Werthein, Aldo Roggio, José Cartellone, Luis Betnazza (Techint) y Alejandro Vivanco (IRSA).
Durante la reunión Kirchner les consultó a los empresarios sobre la situación de los distintos sectores. El panorama que le brindaron fue alentador. Le dijeron que los primeros dos meses de 2004 confirmaron la senda de crecimiento de 2003. “Seguramente, el actual será un año muy promisorio”, sentenció Pagani.
El titular de la cámara empresaria también comentó que elogiaron a Kirchner porque está trabajando en “reconstruir el tejido empresarial nacional, una etapa que, lamentablemente, en los últimos diez años la Argentina había olvidado” .
A pesar de que la suba de tarifas en electricidad y gas impactará en los costos de las empresas, y por lo tanto podría impactar en los precios de los productos que ofrecen, Alberto Fernández aseguró que el tema se había analizado, pero “muy por arriba”.