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Extraña fue la situación que se planteó el martes en Cancillería. Autoridades de la Auditoría General de la Nación asistieron, como las de Sigen, a la apertura de unas jornadas sudamericanas, concluidas ayer, que organizó la Asociación del Personal de Organismos de Control (APOC) y cuyo objetivo principal es inducir a la constitución de un Tribunal de Cuentas de Latinoamérica. Piensan que podría evitar la reiteración de casos de corrupción como el de Yacyretá, un emprendimiento supranacional. En la ocasión pronunció un discurso de bienvenida Eduardo Sguiglia, secretario de Asuntos Latinoamericanos. Pero ocurre que sobre él pesa un informe lapidario de la AGN por su gestión al frente del Orsna, organismo regulador del sistema nacional aeroportuario. “Negligente y tardía” fue la actuación del Orsna, según unánime dictamen del colegio de auditores generales, emitido en septiembre de 2002, en relación al seguimiento de la concesión otorgada a Aeropuertos Argentina 2000.
Sguiglia presidió el Orsna durante todo el gobierno de la Alianza, con lo que las conclusiones de la Auditoría, referidas a un lapso que abarca desde marzo de 1998 hasta fines de junio de 2001, impactan de lleno sobre su desempeño. El informe señalaba una detallada serie de fallas en la labor del Orsna. Entre ellas puede destacarse que el mecanismo de inspección de obras no era técnicamente apropiado, ni para controlar la calidad de los trabajos ni para validar las correspondientes inversiones.
En relación a los problemas referidos al cobro del canon a la empresa, la AGN entendía que el Orsna no había avanzado en ningún caso más allá de la intimación de pago, sin utilizar mecanismos que la ley de Procedimiento Administrativo y el mismo contrato de concesión prevén para supuestos de incumplimiento contractual. También señalaba que el Organismo actuó con morosidad en la gestión, por cuanto el vencimiento de la fianza original operó de pleno derecho el 15 de mayo de 2000.
Los auditores indicaron que el Orsna no desarrollaba una metodología eficaz para cumplir su obligación de fiscalizar la inversión desarrollada, y que el número y la calificación técnica de las personas afectadas directamente a las operaciones de campo propias de la tarea de inspección no resultaban compatibles con la importancia, la significación económica, la complejidad técnica y la extensión geográfica de las obras a controlar.
Las Jornadas terminaron ayer por la tarde en el club de campo El Nacional, que posee la APOC en General Rodríguez. Cuando Página/12 consultó a voceros sindicales sobre los cuestionamientos a la presencia de Sguiglia por parte de fuentes de la AGN, destacaron que el funcionario “jugó un gran papel en la mediación que evitó una guerra civil en Bolivia”.