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Los operarios de Zanello preferirían olvidar la historia de los ‘90. Hace tres años, esta tradicional fábrica de tractores estuvo a un paso de la quiebra. De los 380 empleados, sólo 32 iba a trabajar todos los días. El resto estaba suspendido y sobrevivía con 150 pesos mensuales del seguro de desempleo. La maquinaria de la planta de Las Varillas, Córdoba, se encontraba embargada y no había interesados en hacerse cargo de la empresa. Era el fin. La luz apareció durante el proceso de quiebra. A fines del 2001, un juez les dio la oportunidad a los trabajadores. Primero alquilaron la marca y las instalaciones. Ya a fines del año pasado, con la quiebra decretada, se quedaron con todo en un remate judicial. Pagaron 25 millones de pesos. Actualmente, la empresa recuperada por los antiguos operarios y gerentes llegó a un acuerdo para buscar financiamiento en la city: ahora debe decidir si lo hará cotizando sus acciones en la Bolsa o bien armando un fideicomiso para que inviertan los financistas.