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Durante los años ’90 se expandieron pensando en buenos negocios, y ahora los amenazan con castigos por sus inversiones en la Argentina y en otros países latinoamericanos. Concretamente, los bancos españoles Santander, dueño del Río, y el BBVA, propietario del Francés, reclamaron que el Banco Central de España no los penalice por su presencia en la región, tal cual lo establecen las nuevas normas regulatorias.
Los máximos responsables de los bancos españoles se apuraron en aclarar que la vigencia de las nuevas reglas no tendrá impacto en su presencia en la Argentina. Juan Rodríguez Inciarte, director general del Santander, y Manuel Méndez, del BBVA, coincidieron en que “estar en América latina es muy rentable”.
La nueva regulación lleva por nombre “Basilea II” y está siendo adoptada por diversos países desarrollados, entre ellos España, en donde se encuentran las casas matrices del Río y el Francés. Si bien la normativa viene siendo discutida desde hace varios años, ahora adquirió una importancia superlativa dada la crisis que sacudió a América latina en los últimos años, en especial Brasil (1999) y Argentina (2001). Como los grupos invirtieron muy fuerte en la última década en esos países, ahora se los quiere “penalizar” por su presencia en mercados riesgosos. O sea, la autoridad monetaria española les requerirá una mayor capitalización por la exposición latinoamericana.
Fuentes de los bancos en la Argentina dijeron a Página/12 que su operatoria seguirá funcionando con normalidad aun en el caso de que se adopten las reglas de “Basilea II”, algo que está previsto recién para el año 2006. En medio de la crisis, las entidades financieras pasaron a pérdida su operatoria en la Argentina, de manera que ahora no les influye el cambio de normas. Los especialistas consultados por este diario dijeron, no obstante, que ahora tendrían límites si estuvieran pensando en una nueva expansión. Incluso, en España no descartan una ola de fusiones bancarias a raíz de la dureza de las próximas reglamentaciones.