ECONOMíA › FABRICANTES DE ARTICULOS PARA EL HOGAR DE AMBOS PAISES NEGOCIARAN UN ACUERDO
Un arreglo para repartirse los enseres
El gobierno argentino prometió abrir un compás de espera de una semana antes de aplicar las restricciones al ingreso de electrodomésticos brasileños. Así, permitirá que empresarios de ambos países se encuentren en Buenos Aires en busca de un acuerdo para una limitación voluntaria de la cantidad de artefactos que llegan de Brasil y arrinconan a la industria argentina.
La restricción a la entrada de electrodomésticos brasileños quedó en suspenso una semana. El próximo miércoles, una delegación de industriales del país vecino vendrá a Buenos Aires a negociar un acuerdo comercial con fabricantes locales. Si el convenio prospera, las medidas que traban las importaciones serán levantadas. De lo contrario, el Ministerio de Economía las reglamentará y entrarán en vigencia inmediatamente. Así lo resolvieron ayer Néstor Kirchner y Roberto Lavagna, por Argentina, y Lula da Silva y Luiz Furlan, por Brasil, en el último día de la cumbre del Mercosur. “Lo mismo ocurrió tiempo atrás cuando los empresarios textiles llevaban seis meses sin resolver el conflicto y después que aplicamos medidas arreglaron todo en 72 horas”, ilustró el jefe de Hacienda.
El último lunes, Lavagna anunció la aplicación de licencias no automáticas para la importación de heladeras, lavarropas y cocinas. A la vez, llevó de 0 a 21 por ciento el arancel para los televisores provenientes de la zona franca de Manaos. Con la primera medida, los importadores quedaron obligados a solicitar autorización a la Secretaría de Industria para ingresar aquellos productos de línea blanca. De ese modo, el Gobierno podrá controlar su entrada y ponerle un freno.
Kirchner llegó a advertir que la medida podría extenderse a rubros textiles que quedaron sin protección, ante la “invasión” que denuncian industriales locales. El secretario de Relaciones Económicas de la Cancillería, Martín Redrado, avanzó ayer en esa línea: “Estamos mirando sectores que tienen un incremento de importaciones y, además, subsidios y condiciones diferenciales de los productores argentinos”, indicó. “Por ahora (el Gobierno prefiere) que haya acuerdos entre privados, pero si no lo logran, compensaremos esos desniveles”, concluyó.
Sin embargo, el Gobierno terminó adoptando una posición menos beligerante. Después de las conversaciones de Kirchner con Lula y de Lavagna con Furlan (ministro de Desarrollo), se convino generar una nueva instancia de negociación entre empresarios de ambos países. El encuentro será el próximo miércoles. “Si entre los privados hay acuerdo, las medidas no se aplicarán. No hay nada que inventar y probablemente ocurrirá lo mismo que en el caso de los textiles, que en pocas horas se levantaron”, afirmó Lavagna. El ministro reveló que el principal actor de la disputa por el lado brasileño es Whirlpool. “El planteo de Brasil es en realidad el planteo de una empresa”, indicó primero. Luego, la identificó por su nombre y se quejó de que haya levantado su planta en Argentina para quedarse sólo en el país vecino.
Por otra parte, Lavagna contradijo a Kirchner y a Redrado al asegurar que “no están dadas las condiciones para que en el corto plazo vayan a aplicarse medidas restrictivas adicionales” a las importaciones de otros productos brasileños. Los mayores reclamos son de empresarios textiles, autopartistas y de calzados. Cuando los periodistas le recordaron que Kirchner había considerado la posibilidad de proteger a los textiles, Lavagna pidió que “no le hagan decir cosas al Presidente sobre temas que no maneja en detalle”. Luego le recordaron que Redrado también había dicho que podría haber más restricciones, frente a lo cual se encogió de hombros.
Según el funcionario de la Cancillería, “en Brasil hay bancos oficiales que subsidian (la producción) con tasas de interés más bajas a las de mercado”, y también existen “distintos subsidios de parte de estados provinciales, incentivos que se generan en Brasil y que no existen en Argentina”. Por todo esto, “el Gobierno buscará compensar estos desniveles”, advirtió.
El próximo miércoles, al mismo tiempo que negociarán los empresarios de línea blanca de ambos países, habrá una reunión entre el secretario de Industria, Alberto Dumont, y Furlan. Junto al ministro de Desarrollo brasileño estará el secretario Marcio Fortes. En ese encuentro se discutirá la situación de los electrodomésticos y de los demás sectores con conflictos. Una semana después, el 21 de este mes, la reunión será entre Lavagna y Furlan. El ministro brasileño sostuvo ayer, en respuesta a las expresiones de Redrado, que Brasil “va a explicitar lo que está haciendo en políticas estratégicas de desarrollo industrial y tecnológico”. “Argentina presentará los puntos relevantes de su política y a partir de allí buscaremos formas de convergencia dentro del Mercosur”.
Tras conocerse la decisión del Gobierno de postergar en una semana la aplicación de las restricciones a las importaciones de electrodomésticos, las tres cámaras de fabricantes nacionales mantuvieron una reunión urgente para empezar a definir su posición para el próximo miércoles. Carlos Chantre, titular de la Cámara Argentina de Industria de Refrigeración y Aire Acondicionado (Cairaa), recordó que “con los brasileños ya nos juntamos unas siete veces y hasta el momento no hubo resultados positivos”. “Queremos llegar a un acuerdo para fijar cupos razonables que permitan una competencia leal”, agregó. Desde Brasil, el instituto oficial de estadísticas informó que la producción de artículos de línea blanca creció 43,3 por ciento en mayo, mientras que la industria en general subió 7,8 por ciento.