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El Ministerio de Economía postergó ayer el inicio de negociaciones con los acreedores externos hasta tanto se llegue a un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. En una nota dirigida a un grupo de acreedores, el secretario de Finanzas, Lisandro Barry, se excusó por no viajar a los Estados Unidos a brindar precisiones sobre la reestructuración de la deuda, como tenía planeado. El cambio de programa para la renegociación de la deuda ratifica que el FMI, al prolongar la indefinición sobre una eventual ayuda financiera, volvió a dejar en off side al equipo conducido por Jorge Remes Lenicov.
Baarry expresó en el comunicado que “si bien la Argentina está comprometida a dialogar con sus tenedores de bonos acerca de renegociaciones inmediatas de su endeudamiento externo, se ha llegado a la conclusión de que es preferible iniciar dichas conversaciones una vez que haya más certezas”. Sin embargo, no dio precisión alguna sobre plazos o fechas en que podría aparecer dichas “certezas”.
El secretario de Finanzas tenía pensado viajar a los Estados Unidos y Europa durante la próxima semana para tomar un primer contacto con los tenedores de títulos de la deuda pública argentina. Pero la demora en lograr un acuerdo con el Fondo, confirmada después de la conferencia de prensa ofrecida el miércoles por el jefe de la misión, Anoop Singh, lo obligó a posponer la agenda hasta tanto exista un panorama más claro sobre los préstamos con que contará el gobierno, si es que llegan alguna vez.
Otro párrafo de la misiva firmada por Barry destaca que “Argentina estuvo haciendo esfuerzos para recrear las condiciones de crecimiento económico, como el acuerdo con las provincias para reducir el déficit fiscal y la modificación de leyes”. Y agrega que “Argentina cree que sólo será posible llevar a cabo un diálogo fructífero con sus acreedores, una vez que las negociaciones antes mencionadas hayan progresado”.