[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

La tan augurada salida del default será un eje central del discurso que hoy dará el presidente Néstor Kirchner para inaugurar las sesiones ordinarias en el Congreso. Si bien el mensaje del primer mandatario ante los legisladores nacionales recorrerá el amplio abanico de medidas implementadas por el Gobierno durante el último año, la negociación de la deuda se destacará en la jornada parlamentaria. No sólo porque se trató de una cuestión que le quitó el sueño al Presidente desde el primer momento. También –especulaban fuentes allegadas al primer mandatario– por el valor simbólico que aporta el escenario, ya que fue en el Congreso donde a fines de 2001 Adolfo Rodríguez Saá, en su fugaz paso por la Casa Rosada, declaró la cesación de pagos. Tanta efusividad, sin embargo, no pareció llegar a los sectores de la oposición, que se debatían entre concurrir o pegar el faltazo.
El edificio lo esperará con sus mejores galas. Las banderas argentinas cubrirán cada una de las vallas que delimitarán su tránsito hacia el recinto. Pantallas gigantes y un equipo de sonido están dispuestos frente a la explanada de la calle Entre Ríos. Todo está preparado para dar comienzo al 123º período de sesiones ordinarias. La tradicional ceremonia estará encabezada por Kirchner, quien en el engalanado Congreso dará su discurso.
Según informaron fuentes oficiales, el mensaje, que fue escrito por titular de la secretaría Legal y Técnica, Carlos Zannini, en colaboración con Cristina Fernández de Kirchner, hará hincapié en el sostenido crecimiento económico que experimenta el país, la firmeza de las políticas aplicadas por el Gobierno y los avances que el oficialismo reivindica haber protagonizado en la redistribución del ingreso.
La lucha contra la desocupación, la pobreza y la indigencia ilustrarán las palabras del primer mandatario que, con igual sentido, se detendrán en los alcances del Plan Federal de obras públicas que está en marcha. Pese a que no fue confirmado, los cambios ejercidos en el Poder Judicial, protagonizados por la renovación de la Corte Suprema, y la defensa de los derechos humanos también se harían presentes.
La ceremonia comenzará a las 8. Kirchner será recibido por el vicepresidente Daniel Scioli, quien ayer aprovechó para expresar sus expectativas: “Al presidente lo esperará un Congreso comprometido con las políticas de Estado, que ha venido acompañando con responsabilidad al Gobierno”. Un escenario que dista bastante del delineado por varios de los legisladores de la oposición.
Los diputados y senadores participarán de la Asamblea y estarán con sus mejores ropas. Sin embargo, el contraste con las expectativas políticas no puede ser mayor. Los distintos bloques de la oposición no esperan ni grandes anuncios, ni tampoco grandes sorpresas. Incluso algunas bancadas, como la del ARI, se debatían ayer si concurrir o no. “Nos parece que será una formalidad, un trámite que tiene que cumplir un Presidente que desprecia al Congreso”, comentó a este diario el titular del bloque del ARI, el bonaerense Eduardo Macaluse.
En el radicalismo, la segunda bancada en importancia en ambas cámaras, la expectativa no es mayor. “Esperemos que Kirchner cambie su estilo de ignorar al Congreso”, confió a Página/12 el titular del bloque de la UCR en Diputados, el catamarqueño Horacio Pernasetti, quien ajeno a los promocionados preparativos y las expectativas que el oficialismo pareció cargar sobre la jornada, recuerda que en la anterior apertura del período ordinario el Presidente no le dedicó ni un solo párrafo al Parlamento.