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Entre el Banco Central y el Ministerio de Economía concretaron ayer una de las intervenciones más fuertes de la temporada: entre ambos compraron 98,5 millones de dólares (70 millones el Banco Nación y 28,5 millones el BC). La movida, tendiente a mantener la cotización del dólar por encima de los 2,90 pesos –cerró a 2,93 pesos para la venta–, persigue también otro objetivo: acumular divisas para enfrentar los voluminosos vencimientos de deuda. En mayo hay compromisos nada menos que por 1623 millones de dólares. Ya empezaron las negociaciones con bancos y AFJP para colocar papeles, un programa que profundizaría el esquema armado durante los ’90.
La próxima semana será muy caliente en cuanto a vencimientos de la deuda. De hecho, ayer salieron del Banco Central 250 millones de dólares que se acreditarán pasado mañana en la cuenta del FMI. El martes habrá otro desembolso importante, de 370 millones de dólares, para honrar los compromisos con los inversores que en su momento saltaron el corralito aceptando Boden 2005. Se trata de los denominados “casos especiales”: mayores de 75 años, personas con problemas de salud y a quienes se les había otorgado indemnizaciones antes de que se impusieran las restricciones bancarias. Con este pago, el Boden 2005 quedará totalmente saldado. Un día más tarde, el miércoles, Economía desembolsará 40 millones de dólares por los Bogar que están en poder de las entidades financieras. Al finalizar la semana se habrán girado 660 millones de dólares.
Pero hay más. A lo largo del mes existen vencimientos por otros 963 millones de dólares. Los casos más voluminosos son con el Fondo y con los otros organismos (339 millones) y también con los bancos que poseen Préstamos Garantizados (360 millones).
Las fuertes compras de divisas en el mercado, buena parte gracias al abultado superávit de las cuentas públicas, le asegurarían a Economía el cumplimiento con los vencimientos del mes. El problema es que a lo largo del resto del año hay más compromisos –por unos 7500 millones de dólares–, y Roberto Lavagna quiere asegurarse que podrá cumplir. Más aun cuando no se ha solucionado la traba judicial al canje y no hay fecha para el acuerdo con el FMI que permita el refinanciamiento de los pasivos.
El equipo económico ya contactó a bancos y a AFJP para colocar deuda. Según un informe del Banco Río-Santander, aun cuando el acuerdo con el Fondo se firme después de las elecciones, existe una brecha a financiar de 1800 millones de dólares que el Gobierno debería cubrir. En la city calculan que si Economía sale al mercado la semana que viene debería hacer frente a una tasa de 6 puntos más CER. Tomando una inflación del 10 a 11 por ciento anual, el costo ascendería al 16/17 por ciento. Una tasa muy elevada, incluso superior a la del megacanje de Domingo Cavallo, que fue del 15 por ciento. El Gobierno se defiende con un argumento atendible: en este caso, las tasas serían en pesos y no dolarizadas.
La búsqueda de financiamiento entre las AFJP no haría otra cosa que profundizar un modelo ya probado: el Estado cede recaudación previsional que luego recupera, a través de colocación de deuda, pagando un alto costo financiero.