ECONOMíA
Techint compró 3 plantas de Acindar, suma y sigue
La operación reafirma el control del grupo Rocca sobre el mercado interno de tubos y perfiles de acero. Un día antes, la firma había anunciado una importante expansión mundial en aceros planos.
Por David Cufré
Siderar, empresa siderúrgica del grupo Techint, inició una etapa de expansión en todos los frentes. Un día después de anunciar la compra de la mexicana Hylsamex en más de 2100 millones de dólares, la compañía dio a conocer otra operación. Sin duda es menos rutilante que aquélla, pero resulta significativa para el medio local: la empresa llegó a un acuerdo con Acindar para comprarle dos plantas fabriles en Santa Fe y San Luis, más una tercera que adquirirá Siat –también de Techint–, por un total de 83,2 millones de dólares. La transferencia consolida las estrategias de ambas y refuerza la diferenciación en el perfil de sus negocios. La Comisión Nacional de Defensa de la Competencia deberá dictaminar si acepta esa situación, sobre todo porque Siderar aparece como un pulpo cada vez con más tentáculos.
Siderar y Acindar dominan casi en exclusividad el mercado siderúrgico doméstico. La primera produce 2,6 millones de toneladas al año, mientras que la segunda aporta 1,2 millón. El traspaso de las tres plantas suma y resta, respectivamente, 200 mil toneladas anuales de capacidad de producción. En concreto, la operación consiste en la venta de una planta de tubos de acero en Villa Constitución a Siat, y de otras dos de tubos de acero con costura y perfiles en Rosario y San Luis a Siderar.
Techint destacó que la compra permite la “renacionalización de tres empresas”. Esto es porque Acindar fue comprada a la familia Acevedo por la brasileña Belgo Mineira, que a su vez es controlada por el grupo franco español luxemburgués Arcelor. Daniel Novegil, presidente de Siderar, destacó que las plantas a incorporar se especializan en tubos estructurales para los sectores de la construcción, el agro y la industria metalmecánica en general. Con ello, la compañía “complementará la gama de productos que ofrece en el mercado local y en el de exportación”.
La expansión del grupo se explica básicamente por la necesidad de estar a la altura de una competencia internacional cada vez más agresiva. “El negocio en el mundo apunta a una concentración muy definida en grandes jugadores. Nuestra opción era crecer o vender”, explicó a Página/12 un destacado ejecutivo de Techint. La coyuntura favorece al grupo. Por un lado, los precios internacionales de los productos siderúrgicos vienen registrando importantes aumentos. Además, Argentina ganó en competitividad frente a Brasil gracias a las diferencias cambiarias. “Estamos proyectando fuertes inversiones para los próximos tres años”, reveló el empresario.
Acindar, por su parte, decidió destinar mayores márgenes de producción de acero a la exportación, para sacar provecho del aumento de precios. En el mercado interno, se concentrará en lo que es su fuerte: la fabricación de chapas planas para la industria de línea blanca (heladeras, lavarropas, cocinas) y en hierro redondo y alambrón para la construcción y el sector rural. Todos esos rubros fabriles están pasando por su mejor momento en una década y mantienen niveles de demanda significativos.
En los comunicados que Acindar y Siderar entregaron a la Bolsa de Buenos Aires aclararon que, por ahora, sólo firmaron una carta de intención para realizar las transferencias. Pero fuentes de ambas compañías indicaron a Página/12 que la operación está virtualmente concretada. Sólo resta la aprobación de la Comisión de Defensa de la Competencia y ajustar el valor final de la transacción a una evaluación técnica, legal y financiera que se realizará en los próximos treinta días.