ECONOMíA › TRANSPORTE BAJO DOS RUTAS Y MUEVE SU PERSONAL
SW se está quedando con pocas alas
Mediante una resolución publicada ayer en el Boletín Oficial, el Gobierno revocó la autorización concedida a SW para operar las rutas a Santa Rosa y Viedma, destinos poco atractivos comercialmente, que la empresa ya había dejado de volar. El hecho no sería demasiado relevante, salvo por su combinación con el pedido que ayer mismo formuló el secretario de Transporte, Ricardo Jaime, a la empresa Aerolíneas Argentinas para que ocupe parte del personal de Southern Winds. El hecho da la pauta de que la compañía involucrada en el escándalo de las narcovalijas trastabilla seriamente.
La respuesta que Jaime obtuvo de Aerolíneas fue contundente: en la medida que el Estado no le apruebe los balances de ejercicios anteriores aún pendientes, no es posible considerar ninguna incorporación. A través de su vocero, la empresa que preside el español Antonio Mata hizo saber que esa demora condiciona los planes de crecimiento de la compañía como la eventual apertura a Bolsa, algo que le permitiría “incorporar capital fresco”, necesario para expandir la grilla.
Jaime peregrinó por LADE y LAN para reclamar este auxilio para los ochocientos trabajadores de SW, que quedaron en ascuas desde que, días atrás, cayó el acuerdo por el cual la aerolínea chilena le proveía los fondos necesarios para pagar sueldos. Ese pedido para que otras empresas incorporen a los empleados de SW sugiere la posibilidad cierta de que esta empresa se caiga, a pesar del acuerdo de compra que suscribió el hotelero Horacio Rozemblum, con vínculos con Gaith Pharaon.
El lunes comienza formalmente el procedimiento de due dilligence, que durante veinte días permitirá conocer en detalle los números de la compañía en el marco de un acuerdo entre privados celebrado con la empresa de Eduardo Eurnekian y los hermanos Maggio, cuyo contenido el Gobierno dice desconocer.
Desde que la chilena LAN le quitó el respaldo, otorgado por un trimestre y por expreso pedido del Gobierno, SW ingresó a una zona de alto riesgo. Un poco antes, cuando el Estado la privó del subsidio necesario para pagar salarios y combustible, se reconvirtió en una empresa de “bajo costo”, achicando su sistema de comercialización de pasajes. Desde entonces, sigue operando seis destinos con sus escasos dos aviones, flota que sólo podría ampliarse con la aparición de un nuevo socio. En caso de que no se precipite antes el derrumbe al que le teme Transporte.