ECONOMíA › DETECTAN UN FOCO DE AFTOSA EN MATO GROSSO, BRASIL
Temen el efecto en los precios
La detección de un foco de aftosa en Brasil, en la región del Mato Grosso, provocó la inmediata suspensión preventiva de las importaciones de carne bovina en al menos cinco países, entre ellos Rusia y la Argentina. La noticia puede convertirse en una mala noticia para los consumidores argentinos, pues puede tener efecto sobre los precios locales. Por la misma razón, también puede ser una buena noticia para los exportadores locales. Sucede que Brasil es uno de los principales exportadores mundiales y Rusia, el mayor destino de las carnes argentinas, uno de los más importantes compradores.
Tras el reconocimiento del foco aftósico en Mato Grosso, Rusia y Chile fueron los primeros en anunciar la suspensión de las importaciones bovinas e, incluso, de pollos. Así lo informó el presidente de la Federación de Agricultura y Pecuaria de dicho estado, Leoncio de Souza Brito Filho.
Según Souza, la producción de carne del resto de Brasil no sufrió ningún embargo de parte del país europeo.
Argentina lo hizo a través de un comunicado del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), que informó que el país “interrumpió en forma transitoria y precautoria el ingreso de carnes bovinas provenientes del estado de Mato Grosso do Sul”.
En tanto, un alto responsable del departamento de Salud Ambiental del Ministerio de Agricultura de Sudáfrica confirmó también la suspensión de importaciones. El mismo camino fue seguido por Israel, Uruguay y Paraguay.
Si el problema de Brasil continúa se estará frente a una situación similar a la producida por la aparición de la Vaca Loca en Estados Unidos; la salida del mercado de un importante proveedor mundial y el consecuente aumento del precio internacional. Por ahora, la restricción sólo afecta a la producción de Mato Grosso, una de las principales zonas ganaderas del país. Uno de los importantes destinos de las carnes argentinas, Rusia, es también uno de los grandes compradores de Brasil, por lo que Argentina sería muy probablemente uno de los reemplazantes naturales de la provisión que hasta ahora, realiza su vecino. Una excelente noticia para los frigoríficos locales, aunque mala para los consumidores. Para el Gobierno, en tanto, significará la gestión de una nueva tensión. El mercado interno sigue representando más del 70 por ciento de las ventas de los frigoríficos. Pero si existen señales de mayores precios internacionales, las empresas no dudarán, como lo experiencia histórica demuestra, en trasladar las subas fronteras adentro.